Un ambicioso proyecto para hacer casas al estilo de castillos de Disney terminó fracasando y ahora es un pueblo abandonado.
En las montañas de Turquía, entre Estambul y Ankara, se encuentra una pequeña cuidad llamada Mudurnu; que fue elegida para un exclusivo proyecto de construcción llamado Burj Al-Babas.
Todo comenzó en el año 2011, cuando la empresa Grupo Sarot tuvo la idea de crear un condominio de lujo, con verdaderos castillos. Esta localidad cercana al Mar Negro les pareció el espacio perfecto para construir un pueblo de ensueño. Y así, a mediados de 2014, comenzó la construcción de Burj Al-Babas; un impresionante complejo de más de 700 viviendas y otros servicios.
AFP
El proyecto estaba planeado para 732 castillos y un centro comercial con tiendas, cines y otros espacios para el ocio. También tendría instalaciones deportivas y un spa con piscinas, saunas, baños turcos, parques acuáticos, gimnasios y centros de belleza. Pretendía ser un hogar digno de reyes.
Los castillos, de 324 metros cuadrados, estaban inspirados en las mansiones francesas; es decir, que tendría un estilo arquitectónico muy diferente al que las construcciones turcas. Las casas evocarían al hogar de alguna princesa europea de un cuento de hadas. Las fachadas eran de piedra blanca y las torres tenían un tono azul grisáseo.
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El proyecto estaba enfocado para ser el hogar de la burguesía de Medio Oriente. Los promotores buscaban compradores bien posicionados de los Emiratos Árabes, Catar, Bahréin, Kuwait y Arabia Saudita. Cada vivienda tendría un costo de entre 400,000 y 500,000 euros.
Al principio, todo iba de maravilla, los castillos se erigían uno tras otro pero los problemas comenzaron en el 2018. Para ese momento, se habían completado 587 mansiones, de las cuales cerca de 300 ya habían sido vendidas. Sin embargo, los precios eran muy altos y muchas personas se oponían al estilo afrancesado del complejo, pues eran fieles defensores de la arquitectura tradicional turca.
El presupuesto inicial para la construcción de Burj Al-Babas fue de 200 millones de dólares. Las obras continuaron mientras se vendían algunos inmuebles para seguir costeando la construcción de las viviendas. Lamentablemente, los preciosos del petróleo y la inestabilidad económica del país, frenó de golpe el desarrollo del lugar y por lo tanto, su éxito.
Muchos compradores no pudieron seguir haciendo los pagos de su nuevo castillo y Grupo Sarot tuvo que declararse en bancarrota. Con una deuda de 27 millones de dólares, la empresa abandonó su ambicioso proyecto y la ciudad que pretendía ser un hogar para gente acaudalada, terminó siendo un lugar donde no vive ni un alma. Los lugareños ven este sitio con cierta vergüenza, debido a lo extraño que parecen un montón de castillos abandonados y decadentes.
De los 732 castillos, solo se completaron 587, pues el proyecto se canceló al ser ya imposible continuarlo por los problemas económicos. Ahora, ese medio millar de lujosas viviendas permanecen de pie como un triste recordatorio de la opulencia que pudo haber sido.
