«Miles de niños están siendo abandonados, y dos de ellos también torturados en Nigeria, acusados de brujería. ¡Niños! Niños pequeños y asustados». Así comienza el mensaje que la activista y cooperante danesa, Anja Ringgren Loven, publicó en Facebook hace dos semanas.
Con estas duras palabras denunciaba el espantoso trato que decenas de pequeños están sufriendo en Nigeria, un país castigado por la pobreza y la desigualdad.
El continente africano es un lugar maravilloso lleno de riqueza (en mano de unos pocos) y de personas de gran valor pero, por desgracia, también de absurdas creencias y supersticiones.
Una de ellas, es la idea de que puedes dar a luz un brujo, un niño que, según la tradición, encarna el mal. La superstición explica que su permanencia en el hogar es un peligro y que los menores deben ser desterrados.
De esta forma, los bebés y niños de corta edad son tirados a la basura o abandonados en la calle a su suerte. Muchos deambulan sin rumbo hasta que son rescatados o, en la mayoría de los casos, mueren de inanición.
El caso de Hope
El mensaje de la cooperante narraba además la historia del encuentro y rescate de Hope, un niño de 2 años de edad que fue encontrado vagando por las calles, y visiblemente desnutrido, el pasado 31 de Enero de 2016.
El niño fue abandonado por sus padres quienes pensaban que era en realidad un brujo.
El niño ha pasado 8 meses viviendo en las calles.
No se sabe a ciencia cierta cómo ha conseguido sobrevivir todo este tiempo.
La cooperante explica que la criatura estaba tan débil que ni siquiera podía tenerse en pie.
Anja nombró al niño como Hope (Esperanza), quien fue trasladado de inmediato hasta los servicios de emergencia.
Hope estaba extremadamente desnutrido y débil. Tenía además lombrices y parásitos intestinales.
A pesar de su estado, no se temía por su vida por lo que se le aseó debidamente para, posteriormente, ser trasladado a enfermería.
El suero, la alimentación, los cuidados y el cariño proporcionado están surtiendo efecto y Hope se recupera con fuerza.
Los parásitos han sido eliminados y el pequeño está ganado peso.
En ocasiones se siente un poco asustado, pero ya es capaz de sonreír.
Anja denuncia el caso de Hope y el de tantos otros niños que viven en el refugio.
Si deseas colaborar con el rescate de estos niños «brujos», puedes ayudar a Anje en su perfil de Facebook y en la página web de su ONG.
Fuente: infobae.com
