Cada día que pasa pareciera que nos encerramos en nosotros mismos, pues ahora es normal que permanezcamos más tiempo concentrados en deslizar el dedo viendo lo que aparece en nuestros teléfonos que en lo que pasa a nuestro alrededor. Nos estamos perdiendo el mundo y a nuestros perros.
Estamos en una época en la que la tecnología poco a poco toma mayor control sobre nuestras vidas y en esta situación no hay más culpables que nosotros mismos.
Por consecuencia, el mal no acaba allí, pues también resultan víctimas colaterales y estas son precisamente nuestros seres queridos, en un caso puntual, nuestros mejores amigos: los perros.
Según Ian Booth, cirujano veterinario y fundador de VetUK, nuestra obsesión por nuestros teléfonos móviles está causando la ruptura del vínculo emocional que nos une a nuestras mascotas, haciendo que la tristeza en los perros cada día se agudice y derive en sentimientos de soledad y depresión.
Particularmente, los perros son los animales de compañía que más sufren con este fenómeno, ya que a diferencia de los gatos, son animales de manada que siguen a un líder genuino, el cual tiene como responsabilidad ayudarles a determinar el comportamiento que estos deben tener en su entorno, dejando por fuera el cariño que todo perro demanda por naturaleza.
Entonces, ¿qué podemos hacer para mejorar la relación con nuestras mascotas?
Los perros, al perder al guía que los orienta, además de la depresión, también caen en comportamientos destructivos y nocivos tanto para él como para su familia humana. Es normal que los canes que viven en estas condiciones se vuelvan desobedientes e incluso agresivos.
En pocas palabras, lo que Lain aconseja es simple, basta con respetar los espacios, dejar nuestro teléfono en el bolsillo y pasar verdadero tiempo de calidad con nuestros amigos porque estos no son para toda la vida. Y esto también aplica para nuestras relaciones con las personas que nos rodean.
