Las patatas son, probablemente, el tubérculo más utilizado en la cocina de medio mundo. Pocas son las personas a las que no les gustan las patatas. Existe tal cantidad de maneras de cocinarlas que siempre habrá algún tipo de receta que se adapte a nuestros gustos.
Este alimento puede cocinarse con o sin piel, dependiendo de los gustos del consumidor. En el caso de pelarlas, estaréis de acuerdo conmigo que es un trabajo tedioso y poco gratificante.
Para facilitar en la medida de lo posible esta tarea os vamos a mostrar un truco bastante sencillo. Necesitaréis los siguientes elementos
- Patatas
- Olla grande
- Un bol o recipiente grande
- Cubitos de hielo
- Agua
- Pinzas o cuchara grandes
Llena la olla de agua y llévala a ebullición. Una vez esté hirviendo mete las patatas entre 15 y 30 minutos. Asegúrate de haberlas limpiado bien de tierra antes. Mientras tanto ve llenando el bol con los cubitos de hielo y agua.
Una vez transcurridos los 15/30 minutos saca las patatas con ayuda de las pinzas. Introdúcela en el bol con hielo y agua fría. Déjalas reposar ahí durante unos 3 minutos.
Una vez pasado los 3 minutos saca las patatas y pélalas con ayuda de tus pulgares. Verás como la piel se desprende fácilmente del tubérculo. Este truco sirve también para pelar melocotones y casi cualquier tipo de fruta o verdura con piel.
Ahora ya puedes cocinarla como más te guste. Una ensalada de patata o un puré son las opciones clásicas. Pero prueba y experimenta otras recetas. En la imagen vemos unas albondigas con un poco de puré de patatas que tiene una pinta increíble.