La ciencia confirma que el embarazo puede ser «contagioso»

Publicado 11 octubre, 2019 por Mike
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El embarazo ¿cuánto sabemos realmente?

El embarazo es una de las condiciones médicas más naturales que podemos encontrarnos. Hemos tenido muchísimo tiempo para hacer teorías, aprender e incluso difundir mitos sobre él (desde los mismísimos comienzos de la humanidad, ni más ni menos).

embarazo foto artística barriga contagio

Fuente: Pixabay.

Podríamos pensar que ya lo sabemos todo, pero nada más lejos de la realidad: a día de hoy siguen surgiendo multitud de estudios, descubrimientos e ideas sobre el embarazo que nunca habíamos explorado previamente.

Muchos de ellos son gracias a los avances de la ciencia en general y muchos otros se deben a cambios en perspectivas sociales y culturales, así que realmente tenemos un campo muy amplio sobre el que aprender.

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Fuente: Pixabay.

La idea que hoy ponemos sobre la mesa puede parecer tremendamente alocada, y es la siguiente ¿es acaso posible que el embarazo sea contagioso?

Antes de que contestéis, permitidnos profundizar y explicaros el porqué de este nuevo planteamiento.

Las vías del contagio.

Cuando hablamos de contagio en el embarazo, hay que remarcar que no nos referimos estrictamente a algo bacteriano o vírico. Un embarazo no es algo para lo que tengamos que emplear antibióticos o medidas de higiene: se trata de otro tipo de contagio.

Esta idea surgió durante un estudio, en el que se analizaron datos de un gran número de mujeres a lo largo del tiempo. Uno de los datos curiosos que surgieron fue que cuando concluyó el periodo de tiempo más de la mitad de las mujeres analizadas habían tenido un hijo.

Al profundizar en estos datos a través de teorías socioeconómicas, se decidió estudiar como podían influir los comportamientos parentales de una persona en la transición de otra hacia la idea de tener un hijo.

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Fuente: Pixabay.

Uno de los factores más importantes a la hora de esta influencia es la fuerza de los lazos de amistad. Se demostró que a más estrecha era la relación, más probable era que se diera este contagio, y esto no es nada extraño si tenemos en cuenta nuestra tendencia a imitar los comportamientos de las personas a las que admiramos.

Nuestras amistades reúnen una serie de cualidades que tendemos a encontrar deseables, y a veces pueden constituir modelos de rol para nosotros. Por lo tanto no es raro que si vemos a una de nuestras amigas emprender el camino de la maternidad, nosotros mismos empecemos a plantearnos la opción.

Otra de las razones que pueden favorecer el contagio es que el hecho de ver a una madre con su hijo genera sentimientos positivos, y al sentirnos de esta forma tenemos el impulso de intentar reproducir la situación y compartir un momento así nosotros mismos.

Pero no todo son sentimientos positivos. Tener hijos a veces se presenta como un hito en la vida, y muchas veces ver a otra persona alcanzar este hito antes que nosotros nos hace sentir que nos hemos quedado atrás en la vida. Esta sensación tiene una gran influencia a la hora de plantearse ser padre o madre.

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Fuente: Pixabay

Lo más curioso del asunto es que este contagio solo se da en relaciones de amistad. Los hermanos por ejemplo no tienen este problema, y aunque aún no está claro por qué si que parece estar claro el hecho de que la influencia es totalmente distinta (aunque es lógico pensar que en una relación tan diferente a la amistad, las concepciones sociales y culturales también tengan un efecto distinto).

Por tanto, si alguno de vuestros amigos o amigas está pensando en tener hijos, tened en cuenta que no es fácil resistir la tentación, y que siempre hay que mantener la cabeza fría con decisiones tan complicadas como éstas. 

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