Las gemelas Jalynne Crawford y Janelle Leopoldo se enteraron el mismo día que las dos estaban embarazadas.
Ellas no lo podían creer y mientras hablaban por teléfono rieron y lloraron de alegría, pues el embarazo de las hermanas era una noticia casi milagrosa ya que en el pasado Jalyne había sufrido dos abortos espontáneos, antes de tener a su cuarto hijo, y Janelle padeció el síndrome de ovarios poliquísticos antes de tener a su segundo hijo.
La noticia de este doble embarazo fue para la familia una bendición ya que, ademas de que las hermanas tuvieron bastantes complicaciones en el pasado, recientemente una de sus hermanas había fallecido a causa de un ataque de asma.
Desde jóvenes, quisieron compartir la etapa del embarazo, el único inconveniente era que cada una vivía en un estado diferente en los Estados Unidos, además, esta situación dividiría a la familia ya que sus padres tendrían que escoger a cual de las dos acompañar.
Afortunadamente una visita al doctor de Jalynne les aclaró el panorama, brindándoles la posibilidad de dar a luz juntas. Esto hizo que las familias de cada una se reunieran en el estado de Arizona dos meses antes del posible día de parto.
Así, las gemelas idénticas compartieron los últimos meses de su embarazo y para las personas a su alrededor el parecido era total. Otra de las sorpresas, para sus médicos, era que los bebés estaban creciendo de manera similar, pesaban lo mismo y estaban posicionados en el útero de la misma forma. La situación una vez más era algo casi milagroso.
Las hermanas programaron sus cesáreas para el mismo día y decidieron que la primera en ser intervenida sería Jalynne, ya que ella fue la primera en nacer y a su esposo no le concederían más de tres días como permiso de paternidad.
Llegó el día del parto y las gemelas dieron a luz, Jalynne en la mañana y Janelle tres horas más tarde. En el hospital ya estaba toda la familia esperando a los dos nuevos miembros.
Finalmente, el embarazo de estas mujeres es una historia de vida y después de todo lo vivido y lo sufrido, la familia completa no pudo estar más alegre de poder celebrar el milagro de la vida por partida doble.
