Viajar en tren puede ser un placer. Es cierto que es un medio de transporte mucho más lento que el avión, pero aún así tiene su encanto especial.
Desde hace ya más de 200 años, ha unido ciudades de todo el mundo y en algunos países es la principal manera de desplazarse entre ellos. Es el caso de Indonesia, donde además las vías del ferrocarril llevan unos 50 años sin actualizarse.
Todos hemos visto alguna vez en la televisión imágenes de trenes copados hasta el techo de pasajeros, literalmente. Aunque estas prácticas sean relativamente normales en ciertos países del sudeste asiático, no quiere decir que sean, ni mucho menos, legales.
Por esta razón, en Indonesia han ideado un sistema un tanto contundente para poner fin a esta costumbre. El sistema consiste en unos enormes arcos de metal, de los cuales penden unas bolas del tamaño de una melón grande y que pesan en torno a 5 kg. Por las imágenes veréis que si una de estas bolas te golpea, la sensación no debe ser agradable.
Estos pasajeros, a los cuales se les conoce como «surferos del tren», realizan su trayecto sin pasar por taquilla. Según los practicantes de esta arriesgada forma de transporte, el precio del billete es tan caro que no pueden costeárselo, además algunos de ellos dicen que aún pagando su billete, nada les garantiza que vayan a tener sitio dentro del vagón.
Muchos de los afectados por esta medida abogan por una solución menos drástica y peligrosa, como es abaratar el precio de los billetes y aumentar el número de vagones disponibles.
La compañía ferroviaria PT Kereta Api es la inventora de este artilugio. Solo han comentado que será eficaz contra los «surferos del tren», pero no ha querido entrar en detalles sobre las lesiones que puede provocar las bolas macizas en una persona.
¿Es legal instalar un sistema evasivo cuyo principal objetivo es lesionar físicamente a los infractores? Pues parece ser que en Indonesia sí lo es.
Fuente: Fishki Traducción y adaptación Lavozdelmuro
