Cuando Karen Jones descubrió que su hijo con autismo de casi 15 años estaba escribiendo sus propias tarjetas de felicitación para su cumpleaños, se le rompió el corazón. Dada su condición, Ollie apenas tiene amigos, por lo que no recibe muchas felicitaciones, algo que en realidad adora.
Conmovida, Karen decidió hacer una solemne petición a través de Facebook, para que algunas buenas personas escribiesen a Ollie. Lo que ocurrió después fue maravilloso.
¿¿Ayuda??… Mi hijo con autismo está apunto de cumplir 15… Me acaba de decir que adora abrir tarjetas de felicitación y que él mismo se ha hecho un para sí mismo. Somos una familia pequeña y él no tiene amigos, así que recibe muy pocas… Si tienes alguna vieja felicitación olvidada en la alacena, ¿podrías enviársela? 53 Roxery Road Exmouth… Las necesitaríamos para el sábado – Gracias 🙂
«Pensaba que solo conseguiría un par de tarjetas más, pero cuando las cajas comenzaron a llegar empecé a llorar. Todo lo que puedo decir es gracias por la bondad, el amor y la buena voluntad que nos habéis transmitido»
Al menos 1 de cada 100 personas sufre trastorno del espectro autista en Reino Unido, en mayor o menor grado, y muchas de ellas presentan dificultades a la hora de relacionarse o comunicarse con los demás. A menudo olvidamos que, por este mismo motivo, suelen ser personas solitarias a las que le cuesta ganarse y mantener como amigos, pero que desean la amistad como cualquier otra persona.
Sin duda, esta historia muestra cómo un pequeño acto de bondad puede generar un grandísimo impacto sobre su bienestar y felicidad, y el de sus familias.
Fuente: independent.co.uk
Este artículo fue modificado el 7 enero, 2019 5:24 pm