A menos de 30 kilómetros de la mayor planta de carbón del estado de Arkansas, en Estados Unidos, encontramos unas placas solares en la escuela de secundaria de Batesville, cuyo impacto no es sólo a nivel energético y climático, sino que ha servido además para subir el sueldo a los profesores. Te contamos a continuación todos los detalles acerca de esta historia.
El distrito podría llegar a ahorrar hasta 2 millones de euros si instalaba paneles solares
Imagen de District Administration
En 2017, la empresa de eficiencia energética Entegrity realizó una auditoría energética, es decir, una inspección, estudio y análisis de los flujos de energía del Distrito Escolar de Batesville, que comprende en total a unos 3.200 alumnos. La compañía encontró que las facturas anuales en servicios públicos eran de más de 500.000 euros, demasiado para un sistema escolar que durante años se vio sin dinero y tuvo que luchar mucho para poder tener profesores.
Imagen de THV11 en Youtube
Por suerte, el informe también reveló que podrían ahorrar hasta 2 millones de euros en los próximos 20 años si ponían más de 1.400 paneles solares en la Escuela Secundaria local y, además, actualizaban todas las instalaciones del distrito, es decir, nuevas luces, ventanas y sistemas de calefacción y de aire acondicionado. Para el superintendente de Batesville, Michael Hester, esa cifra fue incentivo suficiente para iniciar un proyecto de eficiencia energética.
Además de reducir el consumo anual de energía en 1.6 millones de kilovatios, en tres años generaron tanto ahorro que pudieron invertir el dinero en mejoras salariales para los profesores, que ahora ganan entre 1600 y 2500 euros más al año. De esta forma, aumentan la plantilla y atraen tanto a nuevos profesores como nuevos alumnos.
La escuela de Batesville sirve de ejemplo para otros distritos cercanos
Rick Vance supervisa los proyectos de Entegrity en Arkansas, Misisipi, Tennessee y Misuri y afirma que el proyecto iniciado en el colegio de Batesville, con la ayuda de la Ley de Acceso Solar, ha conseguido que muchos distritos escolares cercanos se planteen la opción de comenzar a usar energía solar.
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«Hay al menos 20 distritos escolares en nuestra área que han emulado nuestro modelo«, dice Hester, «y tenemos los números para demostrar que este es el camino correcto.» Además, Hester afirma que le sorprendió la buena acogida que tuvo la energía solar en la comunidad, ya que el 30% de la población de Batesville tiene más de 60 años y han vivido siempre a la sombra de la planta de carbón del condado de Independence. Sin embargo, los vecinos apoyaron rápidamente el proyecto y felicitaron al distrito por buscar la manera más eficiente de invertir sus impuestos.
Otras 7.300 escuelas en Estados Unidos usan energía solar
Según un informe de Generation 180, una organización sin ánimo de lucro que defiende una energía limpia, en 2019 el 16% de los distritos escolares de Estados Unidos habían instalado un total de 1.337 megavatios de energía solar, lo que significa que cerca de 5.3 millones de estudiantes en el país acude a escuelas alimentadas con energía solar. Esto supone un aumento del 81% desde 2014.
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Otra conclusión a la que llegó este informe fue que, si absolutamente todas las escuelas de Estados Unidos utilizaran energía solar, el impacto en la reducción de emisiones a la atmósfera sería equivalente a cerrar 18 plantas de carbón. Por supuesto, para conseguir esto aún hay que sortear ciertos obstáculos políticos, económicos y sociales, pues muchas personas viven del trabajo que generan las fuentes de energía tradicionales.
Generation 180 afirma que 28 estados están adoptando políticas de cara a vencer esos obstáculos, permitiendo a empresas como Entegrity realizar acuerdos de compra para construir paneles solares en terrenos privados. Según Tish Tablan, el director del programa Generation 180, tres cuartas partes de la energía solar de las escuelas no proviene de los presupuestos escolares, sino de un desarrollador que posee y mantiene el sistema de paneles solares. De esta forma los colegios no ven gastos, pero sí ahorros inmediatos.
Sin duda, en todas partes deberíamos aspirar a realizar este tipo de proyectos, con conciencia sobre el planeta, nuestro impactos sobre él, y también pensando en nuestros bolsillos y una mejora de los servicios públicos.
