La gran mayoría de los perros se toman muy en serio la tarea de proteger su casa y a los miembros de su «manada». O al menos lo intentan, ¿verdad?
Comprobado está que muchas veces, cuando vamos paseando por la calle y pasamos junto a la verja de una casa, un perro «feroz» nos asusta por sus repentinos ladridos. Un sonido que traducimos automáticamente en nuestra mente como: «¡eh tú, largo de aquí!».
Seguro que todos conocéis el dicho popular que reza así: «perro ladrador, poco mordedor». Bien, en el vídeo de hoy veréis una prueba literal de este refrán, regalándonos una escena francamente tierna y divertida.
Un grupo de perros, separados por una verja, no dejan de profesarse ladridos. Tales son su malas pulgas, que si la verja no estuviera probablemente pensarías que van a despedazarse los unos a los otros.
Sin embargo, no siempre hay que fiarse de las apariencias…