Mochi es una perrita San Bernardo que vive en Dakota del Sur, en EE.UU., a la que solo le basta abrir su boca para saber qué es lo que la hace tan extraordinaria. Y es que esta perrita, que fue rescatada de un refugio de animales cuando tenía dos años, se ha convertido en el can con la lengua más larga del mundo, con 18,58 cm de larga.
Esto, aunque le ha valido popularidad, tiene consecuencias para su salud. Mo, como la llaman cariñosamente en casa, tiene problemas para respirar, produce más saliva de lo normal cuando está nerviosa y el polvo y las hojas se le pegan en la lengua, por lo que siempre hay que estar pendiente de ayudarla.
Sus dueños, Carla y Craig Rickert, cuentan que, antes de ser rescatada, Mochi era objeto de burlas y abusos debido a su lengua. Esto enterneció a sus compañeros humanos, quienes tras conocer su terrible historia no dudaron ni un segundo en darle una vida como se merece.
Gracias al reconocimiento de los Récord Guinness, sus dueños esperan captar la atención de público no solo por su lengua, sino por la alegría que pueden reportar los animales rescatados a sus nuevas familias.
«Mo es alegre, cómica, amorosa, agradecida y leal a nosotros, su familia. Este cachorrito que una vez sufrió abusos nos ha enseñado que está bien ser diferente y estamos muy orgullosos de su condición única«, contó Carla para los Récord Guinness.
