Desde hace años, las tallas y medidas de las top models han sido motivo de controversia en los medios de comunicación. Mientras el debate inundaba la calles, el mundo de la moda continuaba ajeno mostrando un sin fin de jovencitas extremadamente delgadas.
Afortunadamente, en estos años el mundo de la moda ha cambiado, y hemos podido disfrutar de un aluvión de modelos poco convencionales que han invadido las pasarelas, ofreciendo una visión de la belleza más diversa y auténtica.
Porque sí cada ser humano es único y diferente, ¿por qué todos aspiramos a ser iguales? ¿Por qué la belleza es un estandar?
Aunque, hoy más que nunca, los estándares de belleza del mundo de la moda parecen estar en entredicho, son muchas las mujeres y modelos que continúan luchando por normalizar y diversificar las tallas.
Sin embargo, el lenguaje a menudo es una barrera más a la que enfrentarse.
Cuando una mujer o una modelo es clasificada como «de talla grande» no está siendo empoderada. No deja de ser una clasificación más con un tono demasiado distintivo.
En este momento el mercado minorista ya tiene una clasificación por tallas más justa y variada que la industria de la moda, quién suele caer fácilmente en la etiqueta negativa de «talla grande».
Es hora de olvidarse de etiquetas, y responder a las necesidades reales. Las tallas deben adaptarse a las etnias, tamaños y culturas de las personas.
Porque en palabras de la modelo Stefania Ferrario, «ser sexy, es un estado mental, no una talla de ropa».
Fuente: Elite Daily.
Este artículo fue modificado el 8 enero, 2019 7:46 pm