En España, así como en los países Latinoamericanos, somos bastante asiduos al uso de rotondas o glorietas. Estas obligan a controlar la velocidad de los vehículos que las atraviesan, ya que el radio de la misma les obliga a no superar cierta velocidad y, en determinados casos, ofrece cierta fluidez al evitar la necesidad de semáforos.
Pero no es oro todo lo que reluce. En vías de dos o más carriles, las rotondas presentan complicaciones por el cruce de vehículos -al incorporarse o abandonar la rotonda- debido a la falta de pericia de algunos conductores, especialmente cuando estos no utilizan los intermitentes.
No obstante, en España nos nos va tan mal con ellas. Tanto que incluso para el futuro se apuesta por una versión mejorada de estas, las denominadas turbo rotondas.
Pero lo que hoy nos atañe es la decoración de su superficie, independientemente de si son redondas u ovaladas. Concretamente nos centraremos en las rotondas más bizarras y horribles de la geografía española:
Coche partido en dos – Murcia
Pavo y faisán – Jaén
Osito de gominola – Madrid
El gordo – Cangas del Morrazo, Pontevedra
«Hola» en 300 idomas – Valladolid
Casa en equilibrio – Valladolid
Mortero más grande del mundo – Macael, Almería
Planeta de patas de jamón – Murcia
Caballo abstracto – Mallorca
Muñeco de nieve – Tenerife
Niños expectantes – Fuerteventura
Dinosaurio – Burgos
Patata pinchada – Vizcaya
El muñeco de Michelin – Cádiz
Monumento al percebe – Aguiño, La Coruña
Michelina – Murcia
Espeto de carneros – Pontevedra
Tombatossals – Castellón
Las meninas – Leganés
Vigas carentes de sentido – Valencia
Recreación de la Antártida – Guadalajara
«Alcachofa» abstracta – Valencia
Jirafa-tobogán – Lérida
Piscina – León
Para gustos colores, pero lo cierto es que otras muchas podrían haber seguido conformando la lista, así que ¿por qué no compartes algunos otros ejemplos que conozcas en los comentarios?