Érase una vez una vez cuatro personas increíbles destinadas a hacer grandes cosas, un niño que creía en la magia, un joven talentoso con capacidad para imaginar historias increíbles, un hombre con la ilusión de un niño y un anciano que quiso construir una ciudad utópica.
Todos estos personajes fueron uno solo, os presentamos la historia de Walt Disney y su ciudad del futuro.
Antes de su muerte en 1966, el mayor empresario de Estados Unidos estaba planeando construir una gran ciudad totalmente autónoma junto al lugar más feliz de la tierra, Disney World. Los residentes podrían vivir y trabajar para Disney y a la vez utilizar la última tecnología en sus hogares para experimentar su utilidad en el mundo cotidiano.
Walt llamó a sus ciudad EPCOT, Prototipo Experimental de la Ciudad del Mañana. «Va a ser una ciudad del mañana hoy, pero nunca se completará porque siempre estará introduciendo, probando y testando nuevos materiales y sistemas.»
En este video puedes ver al propio Walt Disney en 1966 invitando a la industria americana a participar y sumarse a este gran sueño.
Suena bien, ¿verdad? Una ciudad futurista cuyo progreso nunca termina. En principio si, pero esta historia también tiene algunos tintes oscuros…
El Plan Maestro.
En 1964, Disney compró a través de varias empresas fantasmas 27.000 hectáreas de tierra en Orlando, Florida. Gracias a su entramado empresarial logró no disparar el precio venta de la tierra. Walt era un tipo hábil en los negocios y se servia de las trampas legales del momento, de hecho el nombre de esas compañías fantasma forma parte del decorado de la calle principal de Disney World.
Una Ciudad Autónoma.
Cuando digo autónoma, no es que fuera automática o energéticamente autosuficiente, sino que Walt Disney quería la independencia para evitar el control gubernamental sobre la zona.
Y tuvo cierto éxito ya que en 1967, convenció al Estado de la Florida para firmar una jurisdicción municipal propia sobre la tierra que Disney había adquirido y creando un distrito autónomo llamado «El Reedy Creek Improvement District”.
Así pues, Disney era dueño y señor de sus tierras, Seguia siendo suelo Estadounidense pero en la práctica, tenía la potestad para construir cualquier cosa en sus dominios sin que el gobierno interfiriese, como por ejemplo una planta de energía nuclear, aeropuertos, parques industriales, bonos libres de impuestos…
Aún hoy, estas 38,6 millas cuadradas en el límite de los condados de Orange y Osceola en Florida, continúan bajo el control municipal de Disney, y con amplios poderes.
EPCOT: Un modelo a gran escala.
Vivir en EPCOT
Volvamos a la ciudad utópica que Walt nunca pudo construir. Un diseño de ciudad eficiente, cómoda, prospera y…. carente de toda libertad, donde nadie podría votar o poseer tierras.
Así es, según los planes, los 20,000 residentes serian inquilinos y trabajadores de Disney; a cambio las familias se beneficiarían de la tecnología más avanzada y vanguardista, pero por supuesto, controlados y supervisados por Walt Disney y sus científicos.
No habría coches en EPCOT, por lo menos dentro de la ciudad.
EPCOT fue como una rueda, un diseño radial y un núcleo central por el que pasaban todas las vías y medios de transporte urbano. Un monorraíl uniría la ciudad con los parques temáticos de Disney y un sistema de cintas mecánicas llamado PeopleMover uniría el centro metropolitano con las áreas residenciales exteriores.
Sin embargo, el monorraíl y el ostentoso PeopleMover no soportarían el trabajo pesado de EPCOT. Los camiones de suministro, coches de reparto, basuras y en general todo lo voluminoso o sucio, se realizarían a través de una red de túneles subterráneos, escondidos de los ojos de los huéspedes y residentes, como a Walt Disney le gustaba hacer en sus parques temáticos.
Epcot y Walt Disney, el “dictador”.
Es por todos conocidos que Walt Disney era un tipo muy agradable, pero este proyecto se le estaba yendo de las manos. Nadie en EPCOT poseería su propia tierra, no serian dueños de su hogar, ni tendrían derecho a voto ni representación municipal. Suena un poco dictatorial, ¿no?
Bueno sólo un poco. Según el borrador del proyecto original, Walt Disney quería mantener este gran control, sólo para poder cambiar la tecnología en los hogares con facilidad y rapidez.
El proyecto también quería ser respetuoso con el medio ambiente e incluía un gran cinturón verde que separaría el centro de la ciudad y las zonas residenciales. Los establecimientos tales como juegos infantiles, centros comunitarios, iglesias, o zonas de restauración, se encontrarían
Entonces, ¿qué le pasó a EPCOT y por qué nunca fue construida?
Después de la repentina muerte de Walt Disney en 1966, el consejo de administración de Disney retiró el proyecto, sencillamente decidieron que no querían administrar toda una ciudad y cumplir el último sueño de Walt Disney. No obstante, la empresa controla aun el Distrito.
Hoy, los únicos habitantes de esta utopía fallida son algunos empleados de alto rango de Disney y sus familiares, que viven en dos pequeñas comunidades en el distrito.
«Celebration», La ciudad inspirada en EPCOT
En la década de 1990, la compañía Walt Disney se inspiró en su proyecto original e invirtió 2,5 mil millones de solares para construir una comunidad sostenible de 4.900 hectáreas en la porción sur del Distrito de Creek Reedy.
“Celebration» se diseñó para ser perfecta y un lugar feliz. Se pretendía colaborar e innovar con empresas líderes en educación, salud y la tecnología para alcanzar un alto nivel de vida. Al igual que EPCOT, no existirían barrios marginales, todo estaría limpio y la experiencia sería perfecta.
“Como vivir dentro de los dibujos animados”.
«En otoño, se disparaba en la calle confeti con forma de hojas secas y en invierno nieve blanca, mientras la música suena en las aceras”
En 1999 el New York Times sugirió que el estilo de vida de “Celebration” era de plastico y demasiado artificial, parecía el Show de Truman.
En 2010, sucedió el primer asesinato en la ciudad. Las aceras blancas se tiñeron de rojo y de cordones policiales. A pesar de ser una ciudad cuasi-autonoma, “Celebration» no tiene fuerza policial y ante tal suceso tuvo que pedir auxilio a la policía de los condados vecinos.
Más tarde ese mismo año, un padre de tres hijos se atrincheró en su casa, disparó a la policía y se suicidó.
No es exactamente la comunidad perfecta que Mickey Mouse y Walt Disney habían soñado.
Tal vez Walt Disney hubiera conseguido crear la ciudad perfecta si hubiera vivido lo suficiente, o quizás no.
