Es más que probable que alguna vez hayáis comprado u os hayan regalado un globo de helio, los cuales suelen terminar volando por el cielo hasta que los perdemos la vista.
También suelen lanzarse al cielo en masa, con motivo de la celebración de algún evento importante. Hay que reconocer que su lanzamiento multitudinario puede llegar a ser bastante impresionante, pero muchos aún no son conscientes del daño que podríamos estar haciendo con algo que, a simple vista, puede resultar tan inofensivo.
Organizaciones como Balloons Blow están fuertemente comprometidas con la promoción de métodos adecuados para poner fin a la liberación de estos coloridos racimos en el cielo. Seguro que os estáis preguntando por qué tanto alboroto, pero lo cierto es que algo que fue creado para dibujar sonrisas en los rostros de la gente, puede ser muy peligroso para el medio ambiente.
Los globos pueden parecer el complemento perfecto para una fiesta, pero pueden ser muy perjudiciales para el medio ambiente. El 29 de marzo, la organización Balloons Blow emitía un comunicado a través de Facebook, con la intención de convencer a los funcionarios del gobierno para detener las liberaciones masivas de globos intencionadas
«Los globos pueden viajar miles de millas, contaminando los lugares más remotos y vírgenes. Una vez lo hacen, se convierten en un peligro para cualquier animal que entra en contacto con ellos«, escribía en Facebook la gente Balloons Blow.
Un globo puede parecer inofensivo, pero el impacto negativo que puede tener sobre el medio ambiente es devastador. Cuando se trata de buscar alimento, muchos animales no distinguen entre si los globos son basura o nutrientes reales
Criaturas como las tortugas son auténticos tesoros de nuestros ecosistemas marinos. Pero, por desgracia, perdemos muchas de ellas cada año, cuando confunden los globos estallados con medusas. Incluso pueden ahogarse con los cordeles de estos o quedar fatalmente enredadas
Todos somos conscientes que tirar basura al mar es peligroso y mortal para los animales que viven allí, ¿verdad? Pues con los globos ocurre exactamente lo mismo