El ácido acetilsalicílico o, como más popularmente se conoce, la aspirina es uno de los fármacos más famosos de todo el mundo, cuyas propiedades llevan utilizándose desde hace generaciones.
La fórmula de la aspirina, tal y como la conocemos hoy, fue desarrollada por Félix Hoffmann en 1897, aunque hay datos que corroboran que la corteza de sauce blanco -de donde originalmente proviene este medicamento antes pasar por ningún laboratorio- ya era utilizada desde en el 1000 a.C por la sociedad china y sumeria.
Pero además de sus usos farmacológicos -antiflamatorio, analgésico, antipirético-, la famosa pastilla blanca posee un efecto alucinante sobre la ropa, con un poder limpiador que os dejará perplejos. Me refiero que es capaz de eliminar hasta esas manchas amarillentas que aparecen en la ropa clara después de estar un tiempo guardada en el armario sin habérnosla puesto, o las manchas de sudor, que con el tiempo van acentuándose.
Como muy bien sabéis, muchas prendas blancas terminan perdiendo su blancura original, tornándose cada vez más grises lavado tras lavado. Sea cual fuere el caso, la aspirina se presenta como la solución definitiva a este problema:
Asegúrate de que toda la ropa está completamente sumergida en el agua.
Otra técnica es echar las pastillas de aspirina directamente en la lavadora con la ropa, aunque ya te aviso de que su previa disolución es más efectiva.
No intentéis quitar sangre con agua caliente, ya que las proteínas se aglutinan haciendo la mancha aún más resistente. De todas formas, otro método infalible para quitar las manchas de sangre es aplicando peróxido de hidrógeno o, como suele conocerse, agua oxigenada sobre las mismas.
La aspirina contiene un débil ácido con grandes efectos, por lo que no tenéis la necesidad de comprar carísimos productos especiales, siempre y cuando tengáis una caja en el botiquín.
Vía: hefty
Fuente: Wikipedia (ácido acetilsalicílico)
Este artículo fue modificado el 21 noviembre, 2019 10:20 pm