Esto es lo que realmente SÍ funciona y lo que NO a la hora de retrasar los efectos del envejecimiento

Publicado 21 diciembre, 2017 por Carlos Hervás
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Una cosa es aceptarnos tal como somos, aprender a querernos, valorar que el tiempo pasa, que no nos importe que el pelo se nos vuelva cano o que nos salgan algunas arrugas. Pero otra muy distinta es no admitir que revertiríamos los efectos de la edad si estuviera en nuestra mano, ya que es algo que hacemos cada día cuando tomamos decisiones como dejar de fumar, salir a hacer deporte, llevar una dieta más saludable, etc. La supervivencia es instintiva, y todos queremos vivir el mayor tiempo posible siempre y cuando nos encontremos bien.

La principal causa del envejecimiento se produce cuando las células se dañan por los radicales libres, un «residuo» del interior de nuestras células que hace que se vayan oxidando.

Hasta ahora no hemos conseguido detener el envejecimiento, pero sí ralentizarlo. En el caso de los animales, se ha trabajado con gusanos, ratas, ratones, moscas y peces, y en el caso de los ratones se ha conseguido doblar su edad, pero no todo lo que funciona en el laboratorio funciona para los humanos.

Conocemos que hay sustancias que aceleran la producción de radicales libres -aceleran el envejecimiento- y sustancias que lo detienen. Y al igual que una forma de ahorrar consiste en no gastar, una forma de no envejecer consiste en no acelerar el envejecimiento. Vamos a ver qué sustancias lo aceleran así como las sustancias o hábitos que lo ralentizan.

Sustancias y hábitos que hacen que envejezcamos antes

Tabaco

Se lleva el premio en sustancia que acelera el proceso del envejecimiento. Para muestra el caso de los siguientes gemelos, Aabos son fumadores, pero el gemelo del lado derecho sigue fumando, mientras que el otro gemelo dejó de fumar 14 años atrás.

Tomar el sol

El sol hace que las células de la piel envejezcan antes. Lo que en un momento te dará un bonito bronceado se convertirá en una carga que llevarás después. Basta comparar la piel de un pescador con la de una persona de la misma edad que haga un trabajo a cubierto.

Estrés crónico

El estrés es la respuesta del cuerpo a una situación que nos resulta desagradable. Su función evolutiva es mantenernos alejados de los problemas o enfrentarnos a ellos cuanto antes. Pero cuando esta situación se prolonga en el tiempo se ponen en marcha una serie de desencadenantes que hacen que el cuerpo literalmente se oxide.

Dieta

Una dieta alta en azúcar o en grasas de mala calidad hará que nuestro cuerpo acelere el proceso fisiológico del envejecimiento, teniendo repercusiones no sólo en nuestro aspecto, sino haciendo que nuestros órganos funcionen mal o dejen de funcionar.

Los antioxidantes más comunes son las vitaminas A, C, E y la coenzima Q10. Pero ¿funcionan? Sólo si te faltan. Son necesarios en nuestra dieta y si faltan la oxidación y el envejecimiento se aceleran. No se ha demostrado que dosis extra de antioxidantes mejoren la calidad de vida de las personas ni retrasen su envejecimiento.

No dormir

Privar al cuerpo de sueño es hacer que este no pueda poner en marcha el proceso fisiológico de recuperación. Si no facilitamos al cuerpo que se tome su tiempo y energía cambiando lo viejo por lo nuevo tendremos consecuencias de todo tipo muy similares a las causadas por el estrés: nuestra piel envejece, nuestros órganos se debilitan y a largo plazo puede tener serios problemas relacionados con el corazón, circulación e incluso con el cerebro. Tener el cuerpo funcionando a pleno rendimiento sin dejarle descansar o sin que sea lo suficientemente fuerte aumenta en gran medida las posibilidades de padecer cáncer.

La clave para que tardemos más en envejecer

Ejercicio y dieta

A partir de los 30 años comenzamos a perder masa muscular, masa ósea, y acumulamos más grasa, por lo que trabajar nuestro cuerpo en el gimnasio hará que el proceso sea mucho más lento. En el caso de las mujeres la pérdida es especialmente más acelerada que en el caso de los hombres.

Se ha demostrado que una dieta saludable y ejercicio intenso aumenta la esperanza de vida. Los genes que se desactivan con la edad y a los que se asocia con los efectos más evidentes del envejecimiento, se «activaban» en aquellas personas mayores que realizaban ejercicios intensos de intervalos. Nunca es tarde para empezar.

Por lo que si quieres verte más joven y más sano, haz ejercicios intensos de intervalos, entrena la fuerza de todos los músculos de tu cuerpo y come sano y de manera moderada. Esa -por ahora- es la única receta del elixir de la eterna juventud

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