Quizás no te hayas fijado pero la Reina Isabel II de Inglaterra y su bolso son inseparables. Pero más allá de los objetos que lleve en él, lo que importa son los mensajes que logra transmitir al servicio secreto con uso de este complemento.
El bolso «morse»
Según el biógrafo real Sally Bedell Smith, la Reina suele llevar su bolso casi vacío, transportando apenas: un lápiz de labios, un espejito, caramelos de menta y unas gafas de lectura. Y algo de dinero, solo los domingos, para realizar las donaciones en el cepillo de la iglesia.
Lo cierto es que todas estas cosas podrían ser transportadas por el personal de servicio que la acompaña en todo momento, sin embargo, la Reina insiste en llevar bolso siempre. La razón no es otra que el «código» que Isabel II transmite con él:
- Si durante una conversación la Reina cambia el bolso de mano, significa que está lista para que alguien del servicio le ayude a concluir esta conversación y pasar a la siguiente. De está forma, la ayuda de cámara se acercará hasta el interlocutor y educadamente le requerirá con una excusa: «Mi Lord, el señor XXXX solicita conocerle. ¿Podría acompañarme?»
- Si la Reina coloca el bolso sobre la mesa en un banquete o recepción, significa que el evento debe concluir en los próximos 5 minutos.
- En el suelo, indica que no está disfrutando para nada del encuentro o la conversación y quiere ser rescatada por su ayuda de cámara.
- Si retuerce dramáticamente el asa, necesita que la saquen de allí con diligencia.
Si te encuentras alguna vez con ella, trata de no fijarte demasiado en su bolso, no vaya a ser que decida acabar rápido con el encuentro. ¡Suerte!
