Estos son algunos de los peores matasanos de todos los tiempos

Publicado 26 octubre, 2017 por Alberto Díaz - Pinto
PUBLICIDAD

Que a lo largo de la historia de la medicina se han realizado auténticas carnicerías y chapuzas no es nada nuevo, pero a día de hoy, con todos los avances en este campo, resulta insólito, cuando no aberrante, que aún siga habiendo matasanos de esta índole o, peor aún, gente que deposite su confianza en ellos para tratar sus problemas de salud.

Antes de ahondar en el caso que nos compete hoy, quisiera recordar algunos casos famosos a lo largo de la historia. Sin embargo, la mayoría de estos despropósitos médicos eran fruto del desconocimiento y la desesperación para paliar y mitigar el dolor o el malestar producido por las enfermedades. 

Durante el Mesolítico (10.000 a.C.) ya se practicaban trepanaciones craneales para dejar salir a los espíritus malvados que habían provocado la jaqueca del paciente. Lógicamente, la anestesia brillaba por su ausencia y los instrumentos no eran los de hoy, así que os podéis imaginar

El mercurio ha sido utilizado por muchas culturas como tratamiento para persas afecciones. En la Antigua Grecia o en China lo emplearon para tratar afecciones de la piel; desde el siglo XV y hasta finales del XIX, se empleó para tratar las heridas producidas por la sífilis y desde 1920 a 1950 como solución para el dolor de muelas o la depresión

Su uso finalizó en 1950, cuando la penicilina se reveló como mejor tratamiento para la sífilis y comenzó a darse credibilidad a sus efectos tóxicos. Sin embargo, el mercurio fue responsable de miles de muertes por envenenamiento durante más de 2000 años.

Los enemas estaban de moda para paliar toda clase males. De hecho, se cuenta que el monarca francés Luis XIV llegó a utilizar más de 2000 a lo largo de su vida. Sin embargo, la aristocracia los utilizaba para insertar por su recto toda clase de ingredientes, tales como miel, hierbas, manzanilla o café

Miles de personas fueron lobotomizadas entre 1935 y 1960. De hecho, solo en EEUU se llevaron a cabo unas 50.000. En la mayoría de los casos, cuando el paciente no moría durante el postoperatorio, los pacientes quedaban en estado vegetativo y solo un pequeñísimo porcentaje consiguió curarse

En este artículo os contamos todo acerca de esta aberrante práctica. 

Como os decía, estos tratamientos eran fruto del desconocimiento y, por ello, podría decirse que algunos están justificados. 

Sin embargo, el caso del señor Rosdi Hasan está generando mucha polémica entre los médicos del siglo XXI: 

El quiropráctico de origen malasio afirma que puede curar una hernia discal el desplazamiento de alguna vértebra con un palo, un martillo y un rotulador

Lo mejor de todo es que Hasan no utiliza resonancias magnéticas para saber qué lesiones padecen sus pacientes. Simplemente se sirve de sus manos para saber donde está el problema. Después dibuja un croquis de la columna con el rotulador e identifica el problema, para después ponerle solución a golpe de martillo

No son pocos los médicos que han aprovechado la difusión de las redes sociales para arremeter contra Hasan y sus prácticas. De hecho, un tal doctor Mahyuddin afirma que «no se pueden tratar los problemas discales a porrazos« y que incluso «hasta los dibujos del quiropráctico en las espaldas de sus pacientes son inexactos«, por lo que «un mal golpe podría dejar a sus pacientes en una cama para siempre«.

Desde luego, este médico se hubiera convertido en un héroe de haber existido en la antigüedad, pero en la época en la que estamos muchos cuestionan sus procedimientos. 

Viendo lo visto, es de agradecer que la ciencia haya avanzado tanto en este último siglo.

PUBLICIDAD
Otros artículos de esta categoría...