Estudio revela que los cerebros de los pulpos y los humanos son increíblemente parecidos

Los pulpos son criaturas marinas que fácilmente podrían pasar como seres de otro planeta; sin embargo, tienen un enorme parecido con los humanos.

No es un secreto que los pulpos son animales sumamente inteligentes; de hecho, tienen una inteligencia superior al promedio del resto de los invertebrados. Así lo han determinado los científicos luego de múltiples y diversas pruebas con estos curiosos animalitos. Pero recientemente se descubrió un nuevo dato que podría explicar por qué son tan listos: resulta que tienen una similitud molecular específica con el cerebro humano.

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Un nuevo estudio publicado en BCM Biology dio a conocer que los pulpos poseen transponsones de la familia LINE (Elementos nucleares intercalados largos) en su cerebro. El genoma humano y el del pulpo contiene unos «genes saltadores» o transponsones que pueden duplicarse y moverse por todo el genoma. Aunque no todos los genes saltadores están activos, son considerados materia prima para los procesos evolutivos.

El estudio a cargo del instituto de investigaciones Stazione Zoologica Anton Dohrn, en Italia; mostró que estos transponsones se encontraban en la parte del cerebro que se encarga de las habilidades cognitivas. Es decir, el pulpo tiene dichos genes en un sitio similar al del cerebro humano.

«Literalmente salté de mi silla cuando bajo el microscopio, vi una señal muy fuerte de la actividad de este elemento en el lóbulo vertical, la estructura del cerebro que en el pulpo es el asiento del aprendizaje y las habilidades cognitivas, al igual que el hipocampo en humanos», dijo la bióloga Giovanna Ponte, coautora del estudio.

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Otras investigaciones recientes revelaron que los transposones LINE están cuidadosamente regulados en el cerebro humano. Estos genes se relacionan estrechamente con el aprendizaje y la memorización debido a que se vuelven más activos en el hipocampo. Se trata de un área en el interior del lóbulo temporal, perteneciente a la corteza cerebral primitiva, donde ocurren procesos de aprendizaje, recuerdos y emociones.

Los científicos creen que la razón fundamental detrás de la inteligencia de los pulpos son los transponsones en la misma ubicación cerebral que los humanos.

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Las especies de pulpo común (Octopus vulgaris) y pulpo californiano (Octopus bimaculoides) presentaron estos genes saltadores en dicha área cerebral. Esta podría ser la explicación más convincente para la increíble inteligencia que han demostrado estas criaturas marinas.

Los transponsones utilizan mecanismos moleculares de copiar y pegar así como de cortar y pegar, pero no es todo lo que hacen. El estudio que también hay una relación directa de los genes saltadores con la complejidad del sistema nervioso.

«El descubrimiento de un elemento de la familia LINE activo en el cerebro de las dos especies de pulpo es muy significativo porque apoya la idea de que estos elementos tienen una función específica que va más allá de copiar y pegar», mencionó Remo Sanges del instituto de investigación Scuola Internazionale Superiore di Studi Avanzati, en Italia.

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Y por si no fuera poco, los investigadores creen que podría tratarse de un caso de evolución convergente. Este tipo de evolución se da cuando dos especies no relacionadas en absoluto desarrollan rasgos similares de forma independiente y logran la misma adaptación. En este caso, las habilidades cognitivas superiores de los pulpos y los humanos.

Al parecer, estas criaturas aún tienen muchos secretos que los científicos quieren descubrir. Los pulpos siguen demostrando trucos evolutivos y respuestas neurológicas que los hacen destacar del resto de invertebrados y además los posicionan cerca de los mamíferos en cuanto a estructura cerebral.

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«El cerebro del pulpo es funcionalmente análogo en muchas de sus características al de los mamíferos. También por esta razón, el elemento LINE identificado representa un candidato muy interesante para estudiar y mejorar nuestra comprensión de la evolución de la inteligencia» explicó Graziano Fiorito, biológo de Stazione Zoologica Anton Dohrn y coautor del estudio.