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Te contamos la curiosa fábula del reloj y su moraleja

Seguro que de pequeño te contaron alguna que otra fábula, que consiste en la narración de una historia con una enseñanza final. Puede que conozcas la de la liebre y la tortuga o la de la cigarra y la hormiga.

Pero no todas las fábulas están destinadas para el público infantil, ya que algunas requieren de más tiempo para reflexionar y entender su moraleja. En este post os vamos a contar la curiosa fábula del reloj, cuyo autor es anónimo y que tiene de protagonistas a un padre y su hijo.

La fábula del reloj

Un día, un padre le enseñó a su hijo un objeto muy especial. Se trataba de un reloj de bolsillo que le regaló su padre cuando era pequeño. El obsequio tenía más de 120 años.

El padre le dijo a su primogénito: “Antes de regalártelo, me gustaría que vayas a una joyería y que digas que me interesa venderlo. Quiero ver cuánto te ofrecen”.

El hijo hizo lo que dijo su padre. Fue a la joyería y preguntó. Al regresar a su casa, expresó: “Me han ofrecido solo 60 euros, ya que para ellos es un reloj muy viejo”.

Entonces, el padre prosiguió: “Ve ahora a la casa de empeños y pregunta cuánto te dan por él”.

Obediente, el hijo fue a la casa de empeños y cuando volvió comentó: “Allí me han ofrecido menos, 20 euros. Decían que está muy descuidado”.

Su padre tenía un último encargo: “Dirígete al museo e inténtalo una última vez”.

Sin rechistar, fue a aquel lugar. Luego regresó a su hogar muy contento, exclamando: “¡En el museo me han ofrecido 7000 euros por el reloj! ¡Dicen que es una pieza antigua y que lo quieren incluir en una de sus colecciones de antigüedades!”.

El padre, con ternura, le dijo: “Quería que aprendieras que en el sitio adecuado te valorarán de la forma correcta. En la joyería y en la casa de empeños no han sabido ver el valor de este reloj, solo se fijaban en los materiales. Sin embargo, el museo está especializado en antigüedades, saben de qué trata el tema y qué significado puede llegar a tener”.

Moraleja

La moraleja o enseñanza de esta fábula puede interpretarse de varias maneras. En el ámbito laboral significa que no debemos quedarnos en un trabajo donde no aprecien nuestro esfuerzo y dedicación. Nosotros valemos mucho más y seguro que hay otro lugar esperándonos con los brazos abiertos.

En el ámbito familiar y social, la fábula nos sirve para darnos cuenta de que debemos rodearnos de personas que valgan la pena y alejarnos de la gente tóxica. Puedes hacerte estas preguntas: “¿Cuántos amigos de verdad tengo?”; “¿Con qué personas puedo ser yo mismo?”; “Cuando yo no esté, ¿quién me echará realmente de menos?”.

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