Recientemente se ha viralizado un vídeo que nos advierte que debemos tener mucho cuidado con cierto tipo de estafas.
En este caso, un motorista finge ser atropellado por un coche que circulaba prudentemente por la calle. Sin embargo, en esta ocasión la jugada le salió mal.
La mujer que conducía el vehículo llevaba instalada una dashcam, una cámara sujeta al limpiaparabrisas generalmente por una ventosa. Esta cámara graba continuamente la perspectiva del conductor del vehículo mientras está en movimiento.
Además, aunque el motorista, en un acto dramático, se tira de espaldas contra el coche para fingir el atropello, dio la casualidad de que un testigo estuvo contemplando toda la escena desde una esquina.
La mujer, asustada y nerviosa por lo que acababa de sucederle, explica al motorista que tiene todo grabado, momento que él aprovecha para darse a la fuga…
