Fotógrafo pasa 4 años realizando fotografías de un psiquiátrico abandonado

No es la primera vez que os hemos hablado de lugares abandonados, algunas veces son escenarios de películas, otras veces lugares de las postales de los años 60 y los muestra tal como son hoy día, y otras simplemente espacios vacíos. Son muchas las personas que sienten una fascinación por los edificios abandonados, antiguos o los entornos intrigantes y escalofriantes. A menudo encontramos fotos cargadas de misterio, de historia, y a veces de un aura tan fascinante como terrorífica. 

Aunque la mayoría de nosotros no está dispuesto a visitar dichos lugares por su propio pié, ninguno se resiste a mirar estas imágenes que tanto nos cautivan. En nuestra fascinación, rara vez nos preguntamos los obstáculos con los que han tenido que lidiar los fotógrafos, o los esfuerzos y el tiempo que se han necesitado para superarlos.

Hoy vamos a hablar de la pequeña odisea para la realización de las fotos de este hospital psiquiátrico abandonado.

Cuatro años para fotografiar un hospital psiquiátrico como un furtivo de la fotografía

Las fotos que hoy vamos a presentar han sido tomadas por los creadores de la web Freaktography. Estos increíbles reporteros se dedican en cuerpo y alma a tomar imágenes de los entornos urbanos más insólitos. Ya sean fábricas abandonadas, naves industriales e incluso hospitales antiguos, ellos acuden para obtener todas las imágenes posibles, llegando en numerosos casos a quedarse a dormir en los recintos.

No nos ofrecen muchos datos sobre la situación y el nombre de este reportaje en concreto, pero sí que comparten con nosotros todo lo que han tenido que pasar a lo largo de cuatro años para tomar las fotos que hoy podemos ver aquí, y que tanto nos han impactado.

En su primera visita conocieron a Stan, el guardia de mantenimiento que cuidaba el recinto. El hombre les condujo hasta la salida explicando amablemente que no podían entrar allí

Una breve conversación les permitió conocer varios accesos alternativos, que Stan reveló inconscientemente.

El primer contacto con este hospital abandonado fue fortuito, y el fotógrafo nos narra cómo consiguió encontrar una puerta abierta y tomar las primeras fotos de lo que sería un extenso reportaje fotográfico.

El ala al que consiguió acceder era la que mejor conservada estaba…

…y aún así ya nos demostró lo escalofriante que podía resultar este hospital abandonado.

Así comenzó la aventura, y las siguientes fotos del ala principal llegaron a Freaktography

Pero los responsables del recinto se dieron cuenta pronto de sus intrusiones y bloquearon todos los accesos que estos lograron encontrar

Los generadores aún funcionaban

E incluso había casilleros y taquillas con sus llaves

Poco a poco se iban abriendo paso por más y más habitaciones del hospital, y cada vez la sensación era más aterradora.

Llegando a largos pasillos donde se encontraba abandonado parte del mobiliario de los pacientes

Túneles subterráneos que unían diversas galerías de la gran extensión hospitalaria abandonada

El ala principal dejó de ser una opción, y durante casi un año abandonaron este proyecto fotográfico

Pero sus mentes pronto retornaron a este hospital, y la necesidad de volver se hizo fuerte con el paso de los días.

El ala principal ya no era suficiente, y sabían cual era el siguiente paso: los pabellones del patio posterior.

2015 inició una caza de tesoros visuales para ellos…

…en los que una poderosa combinación de suerte y perseverancia les permitió acceder al recinto de nuevo.

De vez en cuando encontraban una ventana a través de la que entrar, y otras un desperfecto que les permitía colarse

Al parecer, no eran los únicos que se morían por ver el interior de los antiguos pabellones

Los fotógrafos de Freaktography aprovecharon a menudo las vías que otros fanáticos del edificio abrían para ellos

Entradas como tabiques derruidos, puertas echadas abajo y desperfectos en los muros fueron apareciendo a lo largo de tres largos años.

Los pabellones tenían la misma naturaleza que el ala principal, pero el paso del tiempo había llegado a ellos de una forma que los fotógrafos no podían haberse imaginado, llevando las fotos a un nuevo nivel.

El mobiliario permanecía ahí, camas y bañeras que en otro tiempo formaron parte de alguna terapia mental

La humedad hacía que las habitaciones se fueran deshaciendo poco a poco

Y los nuevos pasillos subterráneos que aún quedaban por explorar seguían dándoles sorpresas que parecían sacadas de una película de terror

El material de enfermería aún permanecía allí

También las cortinas que en su día separaron las camas de los enfermos

Habitaciones cerradas por rejas con aperturas para meter la comida, lugares que tiempo atrás debieron ser ocupada por algún paciente con los que el personal no podía enfrentarse

La panorámica de un recinto ocupado por el silencio

Cuya salida terminaba y concluía 4 años de visitas furtivas

Fotos extraídas de: Freaktography.

 

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