El fotógrafo e ingeniero de software Michal Huniewicz, residente en Londres, es un apasionado de los viajes. Recientemente tuvo la suerte de viajar a Corea del Norte que, como bien sabréis, es el país más hermético de todos, con un régimen opresivo que mantiene vigilados a los turistas extranjeros en todo momento.
Pese a ello, Huniewicz se las ingenió para hacer fotografías «ilegales» que nos ayudarán a hacernos una idea aproximada del estilo de vida de Pyongyang; imágenes que el gobierno norcoreano quería esconder con recelo intentando a toda costa que saliesen del país.
Aunque se lo prohibieron terminantemente, Huniewicz también pudo captar varias imágenes desde el tren que le condujo hasta la capital, las cuales muestran la vida en los entornos más rurales de la periferia.
Sin duda, se trata de un reportaje fotográfico apasionante que desvela muchas de las incógnitas del país más misterioso del mundo:
«Las autoridades militares están presentes en todas las partes de la capital, Pyongyang»
«Las diferencias entre Corea del Norte -izquierda- y China -derecha- hablan por sí solas»
«Y de noche aún más»
«Hay que rellenar varios formularios de este tipo para entrar en el país»
«Esta es la primera foto que hice de Corea del Norte. Hacer fotos desde el tren está terminantemente prohibido»
«Estas personas estaban esperando para vender desperdicios humanos como fertilizante»
«El Partido de los trabajadores coreanos nunca olvidará a los camaradas de la ciudad de Rakwon»
«Los norcoreanos solo pueden viajar por el país si reciben un permiso»
«Un grupo de soldados norcoreanos»
«Llegada a Pyongyang. Creo que estaba todo preparado, puesto que no había más trenes ese día, por lo que esos viajeros de aspecto elegante no tenían motivo alguno para estar ahí»
«En Pyongyang no podíamos separarnos de los guías que nos asignaron durante toda la estancia. Nos decían cuándo debíamos irnos a dormir y cuando teníamos que despertarnos»
«Fotografía callejera norcoreana»
«Arquitectura brutalista típica de Pyongyang»
«Skyline desde el hotel Yanggakdo»
«Oficialmente el hotel no tenía quinta planta, y solo se podía llegar a ella a través de las escaleras»
La puerta casi siempre está cerrada, pero si se consigue entrar todo está lleno de pósteres de propaganda. Muchos especulan que esta planta se usa para espiar a los visitantes.
«A penas pudimos interactuar con los lugareños. De hecho, hasta las camareras parecían un poco aterrorizadas con nuestra presencia»
«Plaza de Kim Il-Sung. Este sí es uno de los lugares que quieren que fotografíes»
«A los que se les permite vivir en la capital son unos privilegiados, y llevan una placa distintiva que no se puede comprar en ningún sitio (se puede conseguir una falsa en China)»
«Solo permiten fotografiar las estatuas si los cuerpos aparecen enteros. Había una fila interminable de norcoreanos llevando flores e inclinándose a modo de ofrenda»
«Tan solo tuve 15 segundos para tomar esta fotografía. Esta tienda es solo para norcoreanos, y mi guía me echó de allí tras hacer la foto, aunque no me vio hacerla»
«Estos son algunos de los souvenirs que se pueden comprar»
«La ciudad estaba muy limpia y no había basura en sus calles»
«Casi no había tráfico, pero nos quitaron los pasaportes y nos prohibieron ir a ningún lugar solos en caso de sufrir un accidente de coche»
«Un grupo de trabajadores»
«La ciudad muy limpia y elegante, pero luego me encontré esto»
«Murales de propaganda comunista»
«Y para concluir, algunas personas yendo a trabajar»
Si queréis seguir el trabajo fotográfico de Michal Huniewicz, no dudéis en visitar su página web, desde donde encontraréis acceso también a sus redes sociales.
Vía: Boredpanda, traducción y adaptación elaborada por La Voz del Muro.
Fuente: m1key
