Cómo adopté a una gatita callejera y cómo me «engañó» para adoptar a sus hijos poco a poco

Publicado 4 marzo, 2021 por Sandra Morales
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Una mascota adoptada cambia dos vidas: la de la mascota y la de la persona que toma la decisión de adoptar. Más aún si se trata de un gatito callejero, que ni siquiera está en un centro de acogida. Se suele decir que los gatos callejeros te adoptan a ti, en lugar de adoptarlos tú. Esto ocurre porque no puedes obligar a un gato a que se quede en tu casa, sino que debe ser el propio animal el que decida quedarse contigo. En esta historia, nuestra peluda protagonista es una adorable gatita callejera que encontró un hogar en el que ser feliz.

Todo comenzó en verano, en la ciudad de Montreal (Canadá), cuando Lisianne comenzó a observar que una gatita negra y muy peluda visitaba de vez en cuando el jardín de su casa. Se le ocurrió darle algo de agua y alimento, ya que parecía hambrienta. Pasaban los días y la confianza del animal iba en aumento, por lo que empezó a frecuentar el jardín todos los días para no pasar hambre.

Usagi tenía sorpresas

Lisianne notó pronto que la tripa de Usagi (así la llamó) cada vez estaba más grande, por lo que imaginó que estaba preñada. No sabía dónde dio a luz, pero por suerte la gata volvió a visitarla las próximas semanas, e incluso estaba dispuesta a entrar en la casa y dejarse acariciar.

Después de algunas semanas, Usagi decidió que quería presentarle sus bebés a Lisianne. De esta manera, la madre comenzó a llevar a sus gatitos a su casa, y optaba por hacerlo poco a poco. Primero llevaba a uno, luego a otro… ¡hasta que un día llevó a los seis hijos que tenía! Lisianne comenzó a acomodarlos a todos y dejarlos en un sitio seguro junto a su mamá, que ya estaba tranquila porque habían encontrado comodidad y seguridad.

Cuando los gatitos crecieron un poco, Lisianne contactó con Chatons Orphelins Montreal (COM), una agrupación ciudadana de rescate y adopción de gatos, quienes se hicieron cargo de cinco de los hijos de Usagi.

Algunos de los gatos tenían pequeños problemas

Haber contactado con esta organización fue algo muy positivo, ya que supieron que los gatitos tenían conjuntivitis y alguno necesitaba engordar, además de que todos eran un poco desconfiados. De la misma manera, observaron que a Tito (uno de los pequeños) le faltaba un hueso en una pata, por lo que cojeaba.

Cuando todo estaba en orden, Usagi fue adoptada por Lisianne de manera formal, además de ser esterilizada. Otro de los gatitos fue adoptado también, y la organización se hizo cargo del resto de crías, buscándoles un hogar en el que ser queridos. Fueron tres hembras y dos machos, bautizados como Taylor, Tynie, Tyana, Tito y Tales. Esta historia pudo tener un final feliz gracias a la bondad de Lisianne, sin embargo a diario nacen muchos gatos callejeros que, por desgracia, no tienen la misma suerte.

¿Qué hacer cuando un gato quiere que le adoptes?

Antes de dar por hecho que un gato quiere que le adoptes, debes verificar si lleva algún collar o identificación, además de llevarlo a un veterinario cercano para que lo escaneen en busca de microchips. Si el gato tiene dueño, no podrás hacer otra cosa que ponerte en contacto con él. Los especialistas recomiendan recurrir a las redes, publicando una foto del animal para ver si encuentras a su dueño.

Antes de adoptarlo, debes domesticarlo, es esencial que te ganes la confianza del animal y que lo lleves al veterinario para hacerle un chequeo por si tuviera algún tipo de enfermedad o infección. Después deberás hacer que el gato se sienta cómodo contigo para que quiera quedarse. Tras esto, podrás tenerlo domésticamente siempre y cuando el animal se encuentre seguro con tu compañía.

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