No es la primera vez que vemos la destreza de algunos artistas callejeros para cambiar en el entorno donde se ubican sus obras. De hecho, principalmente se valen de él para crear obras de arte inteligentes, a la par que entretenidas.
Esto es exactamente lo que hace el artista callejero Jamie Paul Scanlon. Más conocido como JPS, Scanlon es muy reconocido en el mundo del grafiti, ya que sus diseños, ubicados en lugares estratégicos, son capaces de alegrar el día a cualquier transeúnte.
Después de que dos de sus mejores amigos fueran asesinados, el artista se refugió en las drogas y el alcohol, adicciones que se intensificaron y que finalmente le dejaron sin hogar. El punto de inflexión llegó en 2009, cuando JPS visitó la Exposición Banksy en Bristol. Ver el arte de Banksy le hizo sentir pena por malgastar su propio talento y le dio el empujón que necesitaba. Actualmente sus diseños son casi tan famosos y reconocibles como los del propio Banksy.
Nosotros hemos hecho un recopilatorio de 25 de sus obras a través de su cuenta de Instagram, desde donde podéis seguirle y ver el resto. Conozcamos también un poco más de cerca la interesante vida de este artista y sus grandes logros:
JPS, el artista callejero inspirado por Banksy que es capaz de reconvertir los entornos de manera sorprendente
Aparte de Banksy, JPS también se siente inspirado por Dali, Escher, Cezanne o Giger.
«Por mucho que Banksy me inspirara, no quería ser un clon. Creo que he desarrollado mi propio estilo«, reconocía en un comunicado. «Las películas y la música son un factor importante en mis trabajos, pero también me gustan las cosas de la intervención, es un caso en el que nunca soy predecible«, matiza.
En sus obras, el artista trata de ser cortés con la sociedad. No pinta tonterías y cosas descaradamente desagradables, ni toca temas políticos. En cambio, le gusta bromear y aportar humor a la aburrida vida cotidiana.
Una vida complicada
JPS nació en el pequeño pueblo pesquero de Weston-super-Mare, Inlaterra. Desde pequeño ha demostrado ser un pintor talentoso, un don que su padre, también artista profesional, supo percibir muy pronto.
Lamentablemente, el ejemplo paterno fue francamente malo. Su padre era alcohólico y, al parecer, sus entradas y salidas de la cárcel eran constantes, donde murió cuando Scanlon solo contaba con 18 años.
Pero Jamie siguió los pasos de su padre como artista. Aunque sus dibujos dejaban a sus profesores boquiabiertos, terminó abandonando sus estudios.
La vida joven y alegre no auguraba nada bueno para Jamie. Después de que dos de sus mejores amigos fueran asesinados, el artista se refugió en las drogas y el alcohol, adicciones que se intensificaron y que finalmente le dejaron sin hogar.
Sin embargo, todo cambió en 2009, cuando un tipo completamente devastado se topó accidentalmente con una exposición de obras de Banksy en Bristol.
Fue entonces cuando JPS se dio cuenta de que estaba enterrando su talento. Se arrepintió y pidió ayuda, dejó su vida pasada y regresó a casa. Después, empezó a pintar en las calles.
Los primeros intentos de volver al dibujo fueron desalentadores: el artista había perdido muchas de sus habilidades.
Además, no tenía recursos económicos para costearse los servicios de médicos y psicólogos necesarios durante su recuperación, por lo que su concentración y motivación por el dibujo fueron lo único que terminaron salvándole.
Así fue como, poco a poco, JPS fue creando su propio estilo. JPS explica que era muy importante para él no convertirse en otro aspirante a Banksy.
Sin duda, después de tanto luchar en la vida, actualmente JPS es el artista que quería ser y sus obras son, sencillamente, un regalo para el entorno en el que se ubican.
