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Hemos estado engañados durante años con el cuerpo perfecto

Estamos más que acostumbrados a ver mujeres de cuerpo perfecto en publicidad, Internet o las revistas en general y de moda en particular. ¿Pero qué es un cuerpo perfecto?

El de la modelo y actriz Kelly Brook no encaja en la descripción de cuerpo perfecto, pero la ciencia dice que, sin embargo, lo es.

Científicos de la Universidad de Texas han llevado a cabo un estudio donde se tomaba como muestra a multitud de mujeres. Finalmente, la figura que correspondía con el cuerpo ideal fue el de Kelly Brook.

Pero ¿por qué su altura de 1’68 cm, su tamaño de pecho o el de su cintura encajan con la perfección?

Resulta que la mayoría de las mujeres de las que se piensa que deberían bajar de peso están más cercanas a la armonía. Parece que nos hemos dejado engañar por la publicidad y las modas, que han condicionado nuestro enfoque e incluso afectado a la valoración que hacemos de nuestro propio físico. 

Desde la Universidad de Texas explican que todo se ha tenido en cuenta a la hora de valorar el cuerpo perfecto: desde la redondez de las caderas a la altura o longitud de las piernas, pasando por la forma de la nariz o el aspecto del cabello. El objetivo era encontrar unas medidas armónicas y demostrar que nuestra percepción estética actual está lejos de ser matemáticamente perfecta.

Destacan, además, que la belleza de Kelly Brook es toda natural. Nada de silicona o cirugía.

Kelly no está preocupada especialmente por la armonía de su físico y rara vez va al gimnasio. Explica que «las mujeres de los años 50 eran mucho más atractivas que muchas modelos de ahora. Mi sueño es parecerme a aquellas mujeres».

Parece que Brook nos da una enseñanza valiosa al demostrar que se puede ser perfecto siendo uno mismo. 

No cabe duda de su belleza, pero seguro que más de uno ya está pensando en quitarle algún kilo sin darse cuenta del error que sería.

Parece que las cosas cambian y que poco a poco abrimos nuestro campo de mira.

Aceptando incluso que no hay un solo cuerpo perfecto, o que no tiene por que ser el que todos digan. ¿Verdad?

El dilema de las curvas está servido, pero lo que al final cuenta es estar a gusto con nuestro cuerpo y que sea perfecto para nosotros.

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Fuente: fishki

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