Montar en avión es una vivencia que, dependiendo a quién le preguntes, puede ser muy placentera o una completa tortura. Muchas cosas pueden suceder a lo largo de un viaje en avión que empañen la experiencia.
En mi opinión, la principal de todas es la poca ergonomía con la que parecen estar fabricados los asientos de los aviones. Si para una persona de estatura normal esto supone un problema, para mi, que soy un poco más alto que la media se convierte en un martirio tremendo.
Si el vuelo es corto se lleva de la mejor manera posible, pero cuando hablamos de trayectos transoceánicos, la cosa se pone más seria.
El dibujante estadounidense, Christoph Niemann, ha querido captar uno de estos viajes en unos cuantos apuntes, con un toque bastante desenfadado. En las siguientes ilustraciones que ha publicado en su página web, Niemann ha retratado su vuelo desde Nueva York hasta Berlín con una alegría, que falta nos hace en esos momentos tan dramáticos del viaje.
Un vuelo de más de 17 horas, contando las escalas, que da para más de un momento de desesperación. Os dejo con su magnífico trabajo y espero que nunca tengáis que pasar por algo así.
Por suerte todos los viajes tienen un comienzo y un final, así que mejor no penséis en que después de ir, toca volver.
Fuente: Bored Panda, Cristophniemann.com Traducido por Lavozdelmuro.net
Este artículo fue modificado el 8 enero, 2019 7:22 pm