Ya sean blancos, negros o amarillos, los leones son uno de los animales más majestuosos de la Tierra, y por ello han gozado de la admiración de la raza humana desde tiempos inmemoriales.
Sin embargo, su porte y espectacularidad lo han convertido en el objeto de deseo de miles de cazadores sin escrúpulos, quienes a pesar de ser una especie protegida y amenazada de muerte, pagan cantidades astronómicas de dinero para asesinarlos fríamente.
Una tragedia que suele pasar desapercibida para la opinión pública, ya que estos circuitos de caza totalmente inmorales, son por desgracia, legales en muchos lugares de África, siempre y cuando medien importantísimas cantidades de dinero.
Sin embargo, la muerte de unos de los leones más famosos y queridos de Zimbabwe, Cecil el León, ha conmocionado a la opinión pública, dejando al descubierto las malas mañas y trampas de las que se valen estos cazadores y guías turísticos con total impunidad.
Afortunadamente su muerte puede no haber sido en vano, ya que la opinión pública no parece estar dispuesta a olvidar su asesinato. Un movimiento de presión social ha prendido en internet, obligando al Doctor Palmer a cerrar su clínica dental.
Un acontecimiento increíble que ha traspasado fronteras y culturas y que te contamos a continuación.
Cecil el León y su asesinato.
Cecil el león era uno de los animales más queridos del Parque Nacional de Hwange de Zimbabwe hasta que fue asesinado por Walter Palmer, un dentista de los EE.UU. que pagó 55.000 dólares americanos para tener el «placer» de matarlo.
La caza de grandes felinos es aun legal en este país, pero no en zona protegida. Sin embargo, la población de leones ha descendido tanto que encontrar uno de estos animales libres es cada vez más complicado. Por ello los guias de Walter Palmer, atrayeron con comida a Cecil hasta que abandonó la reserva natural.
Una vez fuera del Parque Nacional, Palmer hirió al león con una flecha pero no pudo acabar con su vida. Asustado y herido, el animal emprendió una huida mientras sus verdugos lo perseguían.
Dos días después, terminaron con su vida de un disparo en las afueras de la reserva en la que vivía, dentro de los límites de la concesión de Gwaai.
Demasiado terreno para controlar.
La horrible historia fue narrada por el propio Palmer, quien se defiende diciendo que en todo momento pensaba estar cumpliendo la legalidad al dejarse aconsejar por sus guías.
No obstante el gobierno de Zimbabwe ha sido tajante, la caza fue ilegal y malintencionada, demostrando que además intentaron romper el GPS que llevaba el león y que le permitía ir a sus anchas por el parque, por lo que sabían muy bien lo que hacían.
A pesar de las investigaciones y las acciones legales, para cuando el gobierno identificó al señor Palmer como autor de los hechos, este ya había vuelto a EE.UU. sin recibir castigo alguno.
Una desilusión para todos los amantes de los animales que comprueban con tristeza como esta reserva natural es demasiado grande para ser controlada, ya que sólo dos días después del asesinato de Cecil, varios furtivos capturaron y exportaron a China a 23 elefantes bebés.
La campaña de presión.
La dinámica es siempre la misma, gente rica paga mucho dinero por hacer estos viajes y salir del país con discreción. Si no fuera por la estupidez y las ganas de notoriedad que ellos mismo tienen, jamás hubiéramos sabido quienes eran.
Ahora que los cazadores no pueden sacar el cuerpo sin vida de estos majestuoso animales, parece que las fotos con sus víctimas son el nuevo trofeo y no dudan en compartirlas a través de las redes sociales. La magia de internet es que cualquier persona es libre de interactuar contigo y es así que la condena al señor Palmer encontró su sitio en la red.
Trascendiendo gobiernos, fronteras y culturas, la reacción de los amantes de los animales de todo el mundo ha sido tan fuerte que ha obligado al dentista a cerrar su clínica y pagina web.
Mencionar que las reacciones han sido legales y que no han violado ni atentado contra la integridad de Palmer, pues jamás se debe recurrir ni apoyar ninguna acción extremista.
No obstante, el boicot hacia su negocio y estilo de vida es más que evidente y ha sido secundado por miles de personas en múltiples redes sociales. Algunas especialmente duras en Yelp, donde la valoración de su trabajo ha caído a mínimos.
Algunos artistas y personajes famosos también han mostrado su repulsa, como el activista y comediante Ricky Gervais quien es muy conocido por su fuerte oposición a la caza. No olvidemos que este mismo año protagonizó una intensa polémica en Twitter cuando arremetió contra una cazadora que presumía con fotografías de los animales que había matado.
Peligro potencial.
El problema de todo esto es que la caza de animales en peligro de extinción, así como de especies protegidas continúa, y las medidas de protección no son suficientes. Recordar que el gobierno ha tenido que poner un escuadrón de escoltas para custodiar al último rinoceronte blanco.
Pero la tragedia no termina con el animal cazado, sino que al menos en el caso de Cecil puede extenderse a su progenie.
Cecil era el macho dominate de su manada, y por tanto el ejemplar con derecho sobre las hembras y ya contaba con una importante camada compuesta de varias crías jóvenes.
Ahora que ha muerto, el siguiente león en la jerarquía, ocupará su lugar y tal y como se teme y espera, existe una gran probabilidad de que mate a todos los pequeños de Cecil. Una práctica común entre los leones machos que intentan asegurar su linaje eliminando los genes de su competencia.
Fuente: Twitter, Yelp, Bbc, Parque Nacional de Hwange de Zimbabwe, Wikipedia
