Las paradas de autobús no son precisamente el lugar más acogedor de una ciudad. No se como serán en vuestra localidad, pero en la mía son 4 hierros con unas láminas de cristal y un techo de plástico. En realidad cumplen su función, por lo que tampoco es cuestión de quejarse.
Lo que tienen en común todas las paradas de autobús que he visto es su aspecto triste, desangelado y en ocasiones, decrépito. También es cierto que yo no he visitado Walkhampton en Dartmoor, un pueblecito de Inglaterra.
En este lugar alguien desconocido ha convertido la parada de autobús en un lugar en el que da gusto estar. Con unos cuantos cuadros, unas flores y algún que otro mueble más que una parada de bus parece una sala de estar.
El lugar en cuestión estaba lleno de graffitis y suciedad, pero eso ya es cosa del pasado. Ahora solo vemos macetas, cojines y una mecedora. En las siguientes fotos podréis ver como está actualmente.
No es raro encontrarse notas de agradecimiento en el lugar. Las escriben los habitantes de Walkhampton dándole ánimos al misterioso artista. Ojalá y todos tuviésemos ese toque altruista que tienen las gentes de este pueblo, en especial su Banksy particular.
Este artículo fue modificado el 26 octubre, 2019 11:22 am