Cuando al diseñador gráfico James Fridman le llegaron las primeras peticiones para retocar fotografías con Photoshop, sus respuestas no podían ser más literales. Este chico, por ejemplo, le pidió que le pusiera unos abdominales para ligar más.
En lugar de ceder ante unos cánones de belleza poco realistas y saludables, Fridman prefería tomárselo con humor, lo que inmediatamente llamó la atención de la gente con sus divertidísimos y surrealistas montajes (y técnicamente impecables, también).
Pero la motivación de Fridman no se limita solo a echarse unas risas a costa de las peticiones de la gente. Fridman quería transmitir a los usuarios que no es necesario intentar querer parecerse a los modelos de anuncios o de televisión, recalcando la importancia de aceptarse tal y como uno es. Esta chica pidió que la hiciera rubia y le pusiera los labios más grandes, y Fridman respondió que ya era preciosa, y no necesitaba ir a por un «aspecto de Kardashian».
Fue en 2016 cuando los montaje de Fridman se hicieron virales, apareciendo en numerosos medios de comunicación. Rápidamente, la gente se dio cuenta de qué iba todo esto y le llenaron las redes (también está en Instagram, Facebook, TikTok, YouTube y Tumblr) de peticiones esperando resultados humorísticos.
Hoy día, Fridman ronda los dos millones de seguidores en sus redes sociales, y aprovechó su influencia para una buena causa. En 2018 fundó la James Fridman Foundation, que tiene el objetivo de apoyar a niños y jóvenes con problemas de autoestima y hablar de los trastornos mentales derivados de la presión social sin estigmas, realizando campañas de concienciación y colaborando con escuelas en talleres y otras actividades.
«Nuestras diferencias e imperfecciones nos hacen humanos. No escondas algo que te hace único, que ha sido parte de ti desde que has nacido. Acéptalo, y otros lo harán», le dijo a este chico que le pidió que le quitara su marca de nacimiento.
Esta joven pasó toda su vida acomplejada por no perder peso a pesar de haberlo intentado todo, y Fridman le recordó que «no dejes que los intentos por perder peso quiten diversión a tu vida. Se activa, come saludablemente y permítete ser feliz tal y como eres».
Fridman llegó a crear un personaje caricaturesco, Bobli, una figura «imperfecta», sin género, con una pierna más larga que la otra y una expresión triste y feliz a la vez.
Un personaje que, en sus viñetas, se enfrenta a situaciones cotidianas pero sin edulcorar a las que se enfrentan muchos niños, pero en las que mantiene una actitud positiva.
Fridman, con su maestría al Photoshop y su gran sentido del humor, está consiguiendo compartir positividad y humor por la red, y que la realidad de que hay que aceptarse y quererse tal y como es entre de la mejor forma posible: con unas risas.