En una localidad sevillana a tan solo 15 kilómetros de la capital, en un pueblo llamado Coria del Río, conviven más de 30.000 habitantes. Lo curioso es que más de 700 de ellos se apellidan Japón. Sí, has leído bien, Japón. Se trata de una historia interesante y bonita a partes iguales, la cual te descubriremos a continuación.
Réplica del galeón en el que llegaron los japoneses. Fuente: https://www.japon-hasekura.com/
La historia se remonta nada más y nada menos que al siglo XVII. Concretamente a principios del mismo, allá por 1614, la embajada japonesa Keicho, liderada por el gran samurái Hasekura Tsunenaga, decidió emprender una aventura con comienzo en Sendai (Japón) y destino España. Se trataba de la primera misión diplomática que hizo Japón hacia Occidente. Esta misión les haría surcar los mares en un ilustre galeón, navegar hasta Sanlúcar de Barrameda y surcar el río Guadalquivir para atravesar el puerto de Sevilla, de manera que pasaran por Coria del Río.
Lo curioso de apellidarse Japón
Fuente: Flickr / José Manuel Calvo
Esta localidad sevillana no coincide con las imágenes preconcebidas que tenemos de Japón. Se trata de una ciudad sevillana como otra cualquiera, con sus dialectos, sus vendedores de castañas y camarones, su aroma a Sevilla y sus casas típicas. La diferencia que les hace únicos frente a sus pueblos vecinos es la bandera de Japón que cuelga en el ayuntamiento. Bueno, eso y que una parte de la población tiene ascendencia japonesa, algo que no puede decir cualquiera.
Cuando llegó la expedición de samuráis, algunos decidieron quedarse en la localidad. Con el tiempo, se casaron con mujeres corianas y de esas bonitas uniones nacieron niños a los que el cura era incapaz de bautizar con el apellido paterno. De esta manera, en un ataque de originalidad y lucidez, decidió simplificar y ponerle a esas personas el apellido Japón.
Esta apariencia tenía Hasekura, el Samurái que emprendió la aventura. Fuente: Wikipedia
Habrá quien se pregunte ¿por qué esa ciudad y no otra cualquiera? Pues bien, la historia cuenta que Tsunenaga, un poderoso terrateniente de la ciudad de Sendai, quería hacer negocios y acuerdos comerciales con la España de Felipe III. De esa manera, decidieron embarcarse hacia una nueva aventura, la cual seguro que no esperaban que resultara así.
Ahora el municipio empieza a explotar el potencial de su historia
Lo cierto es que hace más de 400 años nadie tenía ni la menor idea sobre dónde venía el apellido Japón. Pero esto cambió cuando Virginio Carvajal Japón, vecino de la localidad, comenzó a indagar, de manera que lograron recuperar gran parte de la historia. Además, el actual emperador Nahurito visitó Coria en 2013 a modo conmemorativo de los cuatro siglos que se cumplían de la expedición. Los lazos del país nipón y la localidad sevillana se estrecharon aún más.
Tanta fue la curiosidad y revuelo que levantó esta hermosa historia, que hasta se grabó una película española sobre ello: Los Japón, estrenada en 2019 y que contaba con la presencia de Dani Rovira y María León. Ahora en la ciudad sevillana se celebran fiestas relacionadas con Japón, como la Semana de la Cultura Japonesa, en la que se celebran cursos de cocina japonesa, talleres de origami, exposiciones y hasta concursos de cosplay. Asimismo, cada año se celebra también la ceremonia japonesa del Toro Nagashi.
Fuente: Facebook / Asociación Hasekura
Además, existe un órgano de información sobre la Amistad Hispano-Japonesa de Coria, el cual recibe el nombre de Asociación Hasekura. Esta localidad sabe explotar sus recursos, por eso en 2013 dieron con una forma de representar sus rasgos artísticamente. Así nació la exposición fotográfica que muestra los rostros de los Japón, para ofrecer el resultado de la herencia genética japonesa que hay en Coria del Río.
Se tratan de más de 400 fotografías, concretamente de todos aquellos que comparten el apellido Japón. También se compone de otros 46 rostros de quienes son los más mayores (la generación de abuelos), y finalmente un retrato más grande en el que se fusionan los rostros de los mayores (los 46 anteriores) y simboliza el rostro del origen.
Así es uno de los rostros de los jóvenes, concretamente de Carmen Rocío Márquez Japón:
