Esta es solo una muestra más de que querer es poder.
Thompson Vitor es un joven brasileño que protagonizó una conmovedora historia que sirve de inspiración y motivación para todos los estudiantes.
Recibir educación es un derecho humano y en muchos países es gratuita y hasta obligatoria. Sin embargo, no todas las personas tienen un fácil acceso a la educación y por diversos motivos, no pueden continuar con sus estudios o deben abandonarlos a muy temprana edad. Pero hay quienes nunca se rinden y buscan la manera de continuar estudiando porque tienen muchas ganas de aprender y crecer.
Facebook / Thompson Vitor
Thompson es uno de ellos pues pudo llegar hasta la universidad gracias a los libros que sacaba de la basura. El joven estudiaba con aquellos textos que otras personas desechaban; y como dicen por ahí: la basura de unos es el tesoro de otros. Así pues, a los 15 años, Vitor aprobó un examen que le permitió ingresar a una escuela, usando solo los libros que encontraba en la basura.
Es originario de Paco da Patria, una región de la ciudad de Natal, al noreste de Brasil. Allí vivía con sus padres, quienes tenían trabajos modestos; su madre es recolectora de basura y separa los materiales reciclables para venderlos, mientras que su padre elabora bocadillos. Ninguno de los dos pudo concluir la escuela primaria y al ser de escasos recursos, querían que su hijo comenzara a trabajar con ellos desde pequeño. Sin embargo, Thompson sabía que quería seguir estudiando, así que sus padres decidieron apoyarlo.
Facebook / Thompson Vitor
Así es como su madre comenzó a llevarle los libros que encontraba en la basura.
Al ser parte de su trabajo, la mujer encontró una manera relativamente fácil de ayudar a su hijo. Cada que podía, le llevaba un libro para que lo leyera y aprendiera todo lo que pudiera.
Ver esta publicación en Instagram
Y en 2015, Thompson obtuvo la mejor calificación en el examen del Instituto Federal de Educación, Ciencia y Tecnología de Río Grande del Norte (IFRN) para ingresar a estudiar Multimedia. De acuerdo con el medio El Sol de Puebla, Vitor tenía 15 años y acababa de terminar la secundaria en la Escola Freinet, donde tenía beca por su buen desempeño.
El joven se tuvo que esforzar bastante pues todos los días se levantaba muy temprano ya que debía recorrer 6 kilómetros en su bicicleta para llegar a la escuela. Al regresar a casa, estudiaba y ayudaba a sus padres con su trabajo. Rosangela, su madre, fue una pieza clave en la formación del joven, pues tomó el hábito de la lectura gracias a todos los libros que ella le daba. Aunque ambos progenitores siempre desearon que su hijo se dedicara al negocio familiar.
Ver esta publicación en Instagram
«Quieren que tenga un trabajo temprano. Siempre digo que necesito dedicarme a mis estudios. Incluso ayudo a mi madre con su trabajo, pero siempre que no interfiera con mis estudios», explicó Vitor en 2015 durante una entrevista a G1. «Estoy muy orgulloso de mis padres. Sé cuánto sufrieron para criarme. No solo yo, también mis hermanos. Superaron las adversidades de la vida, los problemas económicos y renunciaron a sus momentos de placer para cuidar de todos», agregó.
Al final, el esfuerzo de todos rindió frutos.
La conmovedora historia se volvió muy popular en Brasil y sirvió como ejemplo a tal grado que la Fundación Itaú Social del Banco Itaú Unibanco la utilizó como parte de su campaña «Lea para un Niño».
Ver esta publicación en Instagram
Por su parte, Thompson pudo conseguir una beca por parte de la Organización Educacional Farias Brito para continuar sus estudios en el IFRN. Al principio, su idea era estudiar derecho pues quería convertirse en abogado pero al final ocurrió una vuelta de tuerca.
El joven prefirió estudiar la carrera de química y gracias a su talento, ahora tiene un lugar en la Universidad de Rochester, en Nueva York, Estados Unidos. Desde el año 2019, Vitor se encuentra cursando dicha carrera y espera graduarse en el 2023.
