La conmovedora carta de un hombre al cerdo que le cambió la vida

Publicado 27 octubre, 2016 por admin
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Tener un cerdito como mascota ha dejado de ser raro. Son más limpios de lo que se cree, cariñosos y divertidos. En base a esto, Steve Jenkins y su compañero Derek Walter tuvieron la buena idea de adoptar a Esther. Un amigo avisó de que una cerdita mini necesitaba un hogar, y fue así como llegó a sus vidas.

Steve pensó que un pequeño cerdito encajaría muy bien en su casa. Al contrario, Derek no pensaba lo mismo, pero después de que Steve llevara a Esther a casa se dieron cuenta de que era difícil no amarla. Su graciosa cola y su pequeño hocico ganó el corazón de todos, incluso el de sus hermanos caninos. Pero para todos ellos, Esther tenía una sorpresa.

Este bonito animal no era lo que creían. No era un cerdito mini, sino un animal de granja normal que crecería y crecería. Suele ocurrir que animales como Esther no llegan a cumplir los 3 años de vida, pues son criados para acabar en la industria de la carne. Camadas de lechones enteras que son destinados a yacer en bandejas de supermercado, como supuestamente debía hacer Esther.

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Sabiendo la triste realidad y amando ya todos a esta cerdita, Steve y Derek tomaron una decisión y gradualmente empezaron a cambiar sus vidas hasta convertir su casa en un hogar de rescate y protección para animales de granja.

La pareja sube normalmente fotos a Facebook  e Instagram de los días felices que Esther vive junto a su familia. Además, Steve escribió una carta en Facebook que conmemora el cuarto cumpleaños de la cerdita en casa.

Inmediatamente, la carta llamó la atención de los internautas y conmovió el corazón de todos.

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Querida Esther,

Hoy hace cuatro años que te vimos por primera vez. Nunca olvidaré la forma en que nos miraste y te estremeciste desde el cesto de la ropa en el que llegaste. Tus diminutas orejas quemadas por el sol, y los dedos de los pies con esas uñas de color rosa brillante. ¡Te veías tan triste!

Te traje a casa para sorpresa de tu otro papá y, aunque al principio no estaba muy feliz, enseguida sucumbió a la magia del «Efecto Esther». Te vimos jugar con los perros, correr a tu caja de juguete y agitar tu pequeña cabeza como loca con tus osos de peluche. Te abrazamos mientras te quedabas dormida. Te enseñamos las reglas de la casa…, que rompiste constantemente de una forma hilarante. Reímos y jugamos, y olvidando por completo lo que estaba pasando a nuestro alrededor. Era sólo cuestión de tiempo, habías robado por completo nuestros corazones.

Pero todo este proceso también logró una cosa más, era nuestra capacidad de ignorar para lo que habías nacido. Aprendimos lo que significaba que ya no eras el mini cerdito que creíamos. Nunca habíamos pensado en ello antes. Pero se suponía que tendrías que pasar los tres primeros años de tu vida en una jaula, y al tener un bebé te lo iban a quitar. Después de eso, y en poco tiempo, tú misma hubieras sido apartada cuando ya no sirvieras para reproducirte. Se suponía que tú tendrías que ser la cena de alguien y no el animal inteligente, emocional y sensible que eres.

Estamos felices con la decisión tomada y con que tú estés a salvo. Siento mucho haber participado en esto durante tanto tiempo, nos costó darnos cuenta de que podíamos hacerlo mejor. Lo siento por las cosas horribles que la gente hace y que consiguen que tu vida en la Tierra sea un infierno. Y siento todavía más que nunca hayas tenido la oportunidad de conocer a tu madre, a tu padre y a tus preciosos hermanos y hermanas. Daríamos cualquier cosas por darte esa oportunidad.

Esperamos que estés tranquila al saber que nos estás ayudando a abrir nuestros corazones y nuestras mentes todos los días, y esperamos que sepas cuánto te amamos. Tú has hecho que seamos como somos ahora, nos has cambiado y estaremos por siempre agradecidos por aquel día en que nos conocimos, esa fría mañana de agosto en 2012.

Gracias por ser una fuente diaria de inspiración y de sonrisas. Nos haces muy felices, incluso en los días más duros.

Te amo mucho, Noodle.

Besos y abrazos,
Papá.

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Fuente: Shareably

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