Cuando la revista TIME anunció que su prestigiosa portada de ‘Person of the Year’ iba a ser para Greta Thunberg, el presidente de los Estados Unidos, rabioso y probablemente celoso, acudió a su cuenta de Twitter para burlarse de ella. «Qué ridículo. ¡Greta debe trabajar en su problema con la ira, y luego ir a un buen cine de toda la vida con un amigo! ¡Relaja, Greta, relaja!»
So ridiculous. Greta must work on her Anger Management problem, then go to a good old fashioned movie with a friend! Chill Greta, Chill! https://t.co/M8ZtS8okzE
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) December 12, 2019
Donald Trump, que cuelga en sus clubs de golf portadas falsas con su rostro (qué irónico de parte del popularizador del término «Fake News», ¿no?), fue finalmente elegido Person of the Year en 2016. No contento con eso, un año después publicó en Twitter que «PROBABLEMENTE» había sido elegido por segunda vez, pero él mismo había declinado para no conceder un entrevista. La revista lo negó, y aquel año las personas del año fueron «Las Rompedoras Silenciosas» que arrancaron el movimiento #MeToo contra el acoso sexual.
Time Magazine called to say that I was PROBABLY going to be named “Man (Person) of the Year,” like last year, but I would have to agree to an interview and a major photo shoot. I said probably is no good and took a pass. Thanks anyway!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) November 24, 2017
La elegante respuesta de Greta Thunberg
Lejos de entrar en absurdas discusiones, la joven activista respondió sutilmente cambiando su biografía de Twitter. «Una activista adolescente trabajando en su problema de control de ira. Actualmente relajándome viendo una película de toda la vida con un amigo.» Esta es la segunda vez en una semana que Thunberg responde de esta forma a las críticas de los líderes de la ultraderecha, pues hace apenas unos días se cambió la biografía a «Pirralha» (mocosa) cuando el presidente de Brasil, Jail Bolsonaro, la llamó de esa forma.
En el último número del año de la revista, Thunberg encabeza un artículo titulado «El Poder de la Juventud». En 2018, cuando solo tenía 15 años, comenzó una serie de manifestaciones y huelgas escolares para reclamar a los líderes mundiales que aumentaran los esfuerzos en la lucha contra el cambio climático. A lo largo de este último año se ha convertido en la figura más reconocible en la lucha medioambiental.