En las afueras de la ciudad de Kasukabe, en la Prefectura de Saitama, existe una instalación que protege contra las inundaciones al este de Saitama, noreste de Tokio y las áreas de Adachi, Katsushika y Edogawa. El nombre oficial de toda esta enorme instalación es «canal de descarga subterráneo exterior del área metropolitana». Estas cisternas subterráneas al norte de Tokio son tan grandes que podrían contener a la Estatua de la Libertad.
No es la primera vez que os hablamos de gigantescas obras de ingeniería para evitar las inundaciones, como son las imponentes paredes de contención con las que los austriacos se protegen de las inundaciones, pero en esta ocasión nos vamos al subsuelo donde se ha construido una auténtica catedral de hormigón.
Fuente: japanvisitor.com
Sistema subterráneo contra inundaciones. Fuente: The New York Times
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¿Por qué ha sido necesario construir esta gigantesca instalación?
El área donde está situada esta instalación se encuentra por debajo del nivel de los ríos Edogawa y Nakagawa y otros ríos más pequeños. Esto ha hecho que sea una zona muy propensa a inundarse, especialmente cuando la nieve de las montañas donde nacen los ríos se derrite y, sobre todo, como consecuencia de los frecuentes tifones que han azotado Saitama. Los resultados de las inundaciones son catastróficos, en especial para los granjeros, por eso, proteger esta zona de las inundaciones ha sido una de las principales preocupaciones de las autoridades.
Río Edogawa, cerca de las instalaciones. Fuente: japanvisitor.com
El área metropolitana de Tokio comenzó a crecer a partir de los años 60 y se extendió por la cuenca del río Nakagawa. En los años 80 la mayoría de granjas habían sido sustituidas por viviendas e industrias. Además, se extendieron las líneas de tren y la burbuja inmobiliaria hizo que la zona creciera sin parar. Sin embargo, los compradores no tenían presente el peligro de inundación al que podrían enfrentarse.
Como consecuencia de las constantes inundaciones, hubo grandes pérdidas económicas. Así que en 1992 se lanzó el proyecto de construcción del canal de descarga subterráneo externo, por un valor de 2 mil millones de euros. La construcción se dio por finalizada en 2006 y es un extraordinario ejemplo de la defensa que algunas ciudades han ido adoptado de cara a los cambios que vamos a vivir debido al calentamiento global.
Estación de bombeo en Kasukabe. Fuente: japanvisitor.com
Estación de control. Fuente: japanvisitor.com
Sala de control de túneles. Fuente: The New York Times
Así funciona el sistema que diseñaron
El sistema funciona de la siguiente manera: cinco silos recogen el exceso de agua a través de un túnel central de 6’3 kilómetros. Cada silo mide 70 metros de alto y 30 de ancho.
Así es el sistema de pozos que se extiende bajo la ciudad
Cada pozo tiene 70 metros de altura
Desde ahí, el agua es enviada a través de otro túnel que corre bajo una autopista principal hacia la instalación del tanque de compensación de Kasukabe. Una vez la tormenta termina y todo se calma, el agua almacenada es vertida al río Edogawa para que llegue a la bahía de Tokio de manera natural.
Silo de colección de agua visto desde el tanque de compensación. Fuente: japanvisitor.com
Silo visto desde arriba. Fuente: japanvisitor.com
Una sección del sistema subterráneo. Fuente: The New York Times
¡Incluso tiene una parte abierta al público!
De toda la instalación, el público puede visitar solamente el tanque de compensación cerca del río Edogawa, justo en la frontera de la Prefectura de Chiba, que se asemeja a una catedral. Desde luego, la vista impresiona. Es más que probable que los ingenieros no estuvieran pensando en darle un aspecto artístico a esta enrome infraestructura. Sin embargo, el resultado es uno de los espacios subterráneos más elegantes y bonitos de todo el área metropolitana de Tokio.
Puerta de acceso para visitantes. Fuente: The New York Times
Explicación previa al tour. Fuente: japanvisitor.com
Visitantes en el tanque subterráneo del Kasukabe. Fuente: The New York Times
Las autoridades están preocupadas ahora que se acercan los Juegos Olímpicos de 2020, cuya sede será Tokio. Además de las inundaciones causadas por fuertes tormentas, cuya intensidad y frecuencia han ido en aumento en los últimos años, la subida del nivel de los océanos amenaza el área metropolitana de Tokio. De hecho, según un estudio de 2014, Tokio y la ciudad vecina de Yokohama son las ciudades con más riesgo de inundarse de todo el mundo. A pesar de ello, Kuniharu Abe, director de este sistema de protección contra inundaciones, asegura que ahora mismo están preparados para cualquier inundación que sea como las ya vividas y, hasta entonces, han tenido éxito.
Os dejamos con un vídeo, en inglés, que muestra las instalaciones
