La posibilidad de que un meteorito nos caiga en la cabeza es de 1 entre 174 millones. Básicamente, esto quiere decir que tenemos más posibilidades de morir atragantados con una patata frita que por un golpe de una piedra espacial.
Que un meteorito atraviese la atmósfera sin desintegrarse es bastante difícil, que caiga en tierra firme es un poco más complicado, pero que además acierte a darle a una persona, es el colmo de la mala suerte.
Pues aunque parezca difícil de creer, esto le sucedió a Ann Hodges, una mujer de Alabama. Mientras estaba tranquilamente escuchando la radio en su casa sufrió el impacto de un aerolito. Te contamos su historia y como sobrevivió para contarlo.
En internet existen varias leyendas urbanas sobre personas que han sobrevivido al impacto de un meteorito, pero el caso de Ann es el único del que se tienen pruebas fehacientes.
Fuente: Boredom Therapy, artículo por La Voz del Muro
Este artículo fue modificado el 28 julio, 2018 8:53 am