La sorprendente historia del árbol que fue arrestado

Publicado 21 febrero, 2017 por Alberto Díaz - Pinto
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¿Alguna vez os habéis preguntado quién sería el preso que lleva cumplidos más años de condena? ¿Y si os dijera que el reo más antiguo lleva nada menos que 119 años encadenado, más todos los que le quedan? Lógicamente pensaréis que nadie puede vivir durante tanto tiempo, pero es que en ningún momento he dicho que se tratara de una persona ;). 

Ubicado en Landi Kotal, la región que delimita la frontera de Pakistán con Afganistán, en mitad del paseo de Khyber, se halla un nogal que lleva aprisionado por fuertes grilletes durante los últimos 119 años.

Aunque parezca parezca insólito, para conocer su historia debemos remontarnos al año 1898. Por aquel entonces, la reina Victoria de Inglaterra había enviado a sus tropas a ocupar esa zona del continente asiático.

Como casi todas las noches, el oficial británico James Squid se encontraba haciendo su ronda. Lo gracioso es que era más conocido en la colonia por su afición a la bebida que por el cargo que desempeñaba, y más después de lo que ocurriría con posterioridad. Mientras paseaba, le pareció sentir que algo se movía a sus espaldas. Pero aquello que despertó su inquietud no era otro que el famoso árbol, el cual mecía sus hojas tranquilamente al compás del viento.

No obstante, aquello fue suficiente para levantar sospechas en el oficial. Pensó que el nogal quería escaparse de su emplazamiento, por lo que rápidamente llamó a su sargento al mando para que dispusiera su arresto.

No solo encadenaron al viejo nogal con grilletes al suelo, sino que además rellenaron la documentación necesaria para hacer oficial el arresto.

Desde aquel entonces, el árbol se convirtió en un monumento la mar de curioso y en la atracción turística por excelencia de toda la región. Aún hoy se puede ver una placa colgada de una de sus ramas, en la que se puede leer: «Estoy bajo arresto», seguido de la historia que os acabo de narrar. 

Ante unos hechos tan dispares, durante muchos años se pensó que esta historia no era otra cosa que una leyenda urbana. Sin embargo, en el 2002, el oficial pakistaní Nasir Farooq, mostró el nogal a un periodista del diario The Telegraph, comentando que prácticamente todas las generaciones de personas aledañas conocen esta sorprendente anécdota.

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