Amazon vende una pulsera que te da una descarga cuando no comes de manera saludable

Publicado 17 octubre, 2019 por Vanessa P.
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Todos tenemos malos hábitos. Fumamos, gastamos dinero en compras absurdas y comemos comida basura. Afortunadamente existen formas de vencer a las malas prácticas para los que no tenemos fuerza de voluntad suficiente, aunque no sabemos si esta funcionará realmentePavlok es un brazalete que se puede comprar por 200 dólares en Amazon.

Es una pulsera que suelta descargas al que la porta cuando lleva a cabo un mal hábito como consumir comida rápida o gastar demasiado dinero. Cada vez que se carga, el brazalete tiene una capacidad de 150 descargas, y además incluye una app para smartphones donde se puede configurar su funcionamiento.

La idea es simple y con el tiempo, al asociar la mala conducta con la descarga, comenzarás a asociar el antojo con el dolor y poco a poco irá apareciendo menos ese deseo en tu cabeza. Se trata nada más y nada menos que de condicionamiento clásico.

El condicionamiento clásico y el trabajo de Ivan Pavlov

La página de Amazon donde se vende la pulsera dice:

«Pavlok te permite manipular la parte reptiliana de tu cerebro agregando un elemento desagradable (una descarga segura e indefensa en la muñeca) a la conducta que se desea realizar (el mal hábito que en realidad queremos eliminar). Rápidamente, la pulsera condiciona la mente y asocia un sentimiento desagradable (molestia por la descarga) con el mal hábito que en principio no provocaba malestar alguno, y lo detiene por completo.»

En resumen, la pulsera debe su eficacia al condicionamiento clásico que estudió Pavlov en sus experimentos con perros. De hecho, la pulsera se llama «Pavlok»porque une Pavlov y «shock.» Este tipo de condicionamiento tiene mucha importancia en el aprendizaje asociativo y en la formación de fobias, ya que se basa en respuestas reflejas.

En el aprendizaje por condicionamiento clásico, un estímulo originalmente neutro (en este caso un mal hábito), que no provoca una respuesta (malestar), termina provocándola gracias a que se establece una conexión que asocia este estímulo con otro estímulo que normalmente sí provoca esa respuesta (la descarga). Al terminar asociando el hábito con el malestar de la descarga, la persona que lleva la pulsera lo abandona.

Las experiencias con el brazalete Pavlok son aparentemente positivas

Pavlok cita en su página web una serie de historias de éxito sobre diferentes usuarios, con los comentarios de personas que supuestamente han acabado con sus hábitos de fumar o de morderse las uñas, por ejemplo.

Tasha, una mujer ha utilizado la pulsera, comentó:

«No quería darme descargas para evitar llevar una dieta poco saludable al principio, pero gracias a la pulsera he aprendido a evitar el azúcar refinado. Siento que vuelvo a controlar mi relación con la comida y que tengo un vínculo mucho más sano con ella.»

Dave Rogenmoser, otro usuario, dejó sus impresiones:

«Intenté muchas cosas para crear nuevos hábitos y acabar con los viejos. Cuando descubrí el brazalete Pavlok quedé impresionado con su calidad. Empecé a utilizarlo como alarma para despertarme. Después de 30 días noté que me despertaba más espabilado. Me encanta.»

¿Es realmente bueno condicionarse con descargas para dejar malos hábitos?

Pavlok

«Pavlok» no hace milagros, aunque los creadores del brazalete hablan de que en un mes o menos tiempo un hábito puede cambiarse.

Quizás en algunas personas funcione más rápido y de una forma más eficaz que en otras. Ante todo, para modificar un hábito lo que se necesita es constancia, sentido de la responsabilidad y disciplina.

Es importante que, en el caso de que se pretenda utilizar el brazalete, se utilice cada día a pesar de lo molesto que es recibir una descarga cada vez que hacemos algo que se nos antoja. Ahí es donde entra el grado de frustración y disciplina de cada persona.

Aquellos con baja tolerancia a la frustración y una gran adicción a aquel hábito que desean eliminar, lo pasarán peor y podrían incluso estresarse. Si logran resistir la tentación de quitarse la pulsera y vencer al mal humor que les provoque la descarga, el condicionamiento funcionará.

Al fin y al cabo, nosotros no somos los perros de Pavlov. Somos conscientes de que podemos librarnos de lo que nos provoca malestar. Si no tenemos constancia y no tenemos un apoyo externo o suficiente disciplina, no hará ningún efecto. Somos Pavlov y sus perros al mismo tiempo, y al ser nosotros quienes nos autoimponemos un castigo, lo más importante para eliminar el hábito serán nuestras ganas de hacerlo de verdad.

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