Imagínate, estar en el espacio, solo, a millones de kilómetros de la tierra y esperando recibir una señal con un teléfono de 1990 y parte con una conexión a internet de la época. Bueno algo parecido sucede con la Voyager 1, una nave espacial que ha estado surcando durante varios años el universo, enviando y recibiendo mensajes. Algo así como los de tu papá que no sabe usar el teléfono.
Esta nave marco un momento histórico en la astronomía, pues desde hace 45 años se ha encargado de recopilar información sobre el sistema solar. Durante décadas todo tranquilo, pero recientemente los datos que recibimos son los suficientemente extraños para que los científicos se confundan y queden intrigados.
Atmósfera de Júpiter, fotografiada por la Voyager 1
La NASA puso en orbita a la Voyager 1 en septiembre de 1977, con el propósito de visitar y estudiar Júpiter y Saturno. Ahora la misión extendió sus horizontes y el objetivo actual es localizar e investigar los limites del sistema solar e ir más allá. En 2012 llegó al conocido Espacio Sideral y se convirtió en la primera nave en conseguirlo. Además, sumémosle a sus logros el ser el objeto construido por humanos que se encuentra más lejos de la tierra.
La Voyager se mueve a 17 kilómetros por segundo, o sea a 61,200 hm/h. Ahora ya alcanzó una velocidad de escape, es decir que no volverá a su planeta de origen. Actualmente la sonda se encuentra a 23 500 millones de kilómetros de la tierra y sigue funcionando correctamente. Sin embargo, los científicos al cargo de la misión han notado señales de alarma.
Aparentemente la sonda no sabe donde se encuentra en el espacio y no entró en “modo seguro”.
Ilustración de Voyager 1
De acuerdo con ingenieros de la NASA, la Voyager 1 esta enviando “datos imposibles” lo que causa una gran intriga. En un comunicado, la NASA mencionó que el sistema de articulación y control de la sonda, está generando datos supuestamente aleatorios, pero ya se ha comprobado que la nave recibe y ejecuta con éxito las ordenes que se le mandan de la tierra.
El problema se encuentra en una parte del sistema de control y articulación de la actitud (AACS) aunque aun no se sabe cuál es.
Este sistema es el que se encarga de mantener en posición adecuada a la nave y su antena, algo que también se ha verificado que funcione correctamente. Pero aun así no se transmite correctamente la situación al interior de la nave.
La directora del programa de la Voyager 1 y de su gemela la Voyager 2, Suzanne Dodd que trabaja en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA; dijo que este misterio era de esperarse a este nivel de la misión. Dodd aseguró que esto que esto era algo predecible siendo que ambas naves llevan en órbita 45 años, mucho más tiempo del que se esperaba originalmente.
“Estamos en el espacio interestelar, un entorno de alta radiación en el que ninguna nave espacial ha volado antes” agregó Dodd.
Modelo de sonda Voyager
El equipo que se encarga de la Voyager 1 continúa examinando los datos para tratar de encontrar el origen del problema. Por el momento los ingenieros no saben el origen del mismo.
Hay que destacar que la Voyager 2, una sonda igual que la 1, también fue lanzada e 1977 y se comporta con normalidad.
El proceso para encontrar el origen del problema será largo, ya que las señales tardan 20 horas con 23 minutos en llegar. Por lo tanto, la Tierra deberá esperar casi un día para obtener el mensaje de la nave, y la Voyager 1 esperará la misma cantidad de tiempo para recibir la orden.
La Tierra y la Luna vistas desde la Voyager 1 en 1977
Algunos medios científicos creen que la NASA no podrá encontrar el origen del problema y deberá introducir cambios en el software o utilizar un sistema de reserva de la nave. Por su parte, la Agencia Aeroespacial se mantiene mucho más optimista. Aunque no dijo cuándo comenzó el problema o cuánto tiempo lleva sucediendo; se espera que pronto sea solucionado y la Voyager 1 continúe su misión.
