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Las colas del hambre, la verdad que los medios de comunicación y los políticos no quieren que veas

Se acercan las elecciones y con ello crecen las promesas electorales. Ahora es tiempo de que nuestros políticos anuncien nuevas medidas, inauguren obras públicas y hablen de futuro.

Porque mirar al pasado o estudiar el presente no les interesa lo más minino, no vayamos a recordar los casos de corrupción, el desempleo, los desahucios y otros tantos escándalos con los que nos han deleitado en los últimos años.

Últimamente, los partidos políticos tradicionales han tratado de centrar el debate en situaciones que acontecen más allá de nuestras fronteras, hablando de la dramáticas situaciones que padecen en algunos países de Latinoamérica o Grecia.

“Casualmente”, los medios de comunicación, también han comenzado a emitir programas y realizar reportajes que muestran las situaciones más duras y arriesgadas que se viven en el extranjero, como por ejemplo el programa «En tierra hostil».

Los telediarios y programas de noche se llenan de imágenes sobre los problemas de abastecimiento de Venezuela, así como otras situaciones extremas que invitan al espectador a compadecerse de la situación de nuestro país y conformarse con el estatus quo.

Es entonces cuando frases como “no estamos tan mal como en otros sitios” o “podría ser peor» comienzan a resonar en nuestras cabezas y a repetirse cual mantra en tertulias de barrio. De repente, ya nadie habla de los problemas de nuestro país, de la abuela que es desahuciada de su casa o de los niños que sufren malnutrición.

Malaga.

Valencia.

Lugo.


España es hoy un país en el que miles de personas pasan hambre, donde también existe misería y situaciones extremas de vergüenza y sufrimiento.

Almería.

Ponferrada.

Barcelona.

Madrid.

Córdoba.

Como podéis comprobar, tenemos material más que suficiente para que los productores de las grandes cadenas de televisión hagan su propio realityshow sobre nuestra “tierra hostil», y cuenten la verdad de lo que ocurre.

Santander.

Santa Cruz de Tenerife.

Hellín (Albacete).

Vigo.

Badalona.

Lebrija.

Avilés.

Toledo.

Miles son los ciudadanos que se agolpan en las llamadas «colas del hambre» en busca de algo que llevarse a la boca. Asociaciones como banco de alimentos cifran en toneladas la ayuda de emergencia proporcionada.

Vitoria – Gasteiz.

Alicante.

Murcia.

Castellón.

Ibiza.

Paterna (Valencia).

Palma de Mayorca.

Oliva.

Alcoy (Alicante).

Lástima que muchos medios de comunicación tengan sus propios intereses partidistas y no gasten ni un minuto de sus telediarios a documentar esta realidad.

Insensibles al sufrimiento ajeno.

Las situaciones de vulnerabilidad que padecen miles de personas suelen despertar nuestra solidaridad colectiva que se materializa en donaciones alimenticias o ayudas puntuales a través de asociaciones y ONGs.

Sin embargo, cuando debemos tratar de tú a tú con los afectados, las personas preferimos mirar hacia otro lado, no implicarnos.

En la vertiente profesional, los servicios y fuerzas del estado deben realizar tareas tan ingratas como ejecutar los desahucios. Este tipo de acciones tienen un gran peso psicológico para estas personas, que tienden a justificar o legitimar esta sin razón, como ocurre en ella siguiente grabación:

*sentimos la publi que aparece antes del vídeo, pero no es nuestra, sino de Cuatro.

Aunque no es más que un mecanismo de defensa, siempre hay personas que en un determinado momento pueden no saber tratar estas duras situaciones, ya que los problemas económicos globales, no son producto de la holgazanería de los ciudadanos.

Esta bien reflexionar y sentirnos agradecidos de tener mejor suerte que otros, pero jamás debemos ser insensibles al sufrimiento ajeno.

Fuente: kaosenlared.net y cuatro

Este artículo fue modificado el 8 enero, 2019 7:46 pm

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