Si tuvieras que nombrar a un tipo duro, tal vez pienses en Chuck Norris, Van Dame o el mítico M. A. Barracus. Pero ninguno de ellos está a la altura de nuestro protagonista de hoy.
Un hombre aventurero capaz de cruzar el Ártico en trineo, vivir con los Inuit, perder una pierna, combatir contra los nazis y sobrepasar los límites de la resistencia humana. Por si fuera poco, fue político, periodista, actor, asesor en Hollywood y ganador de un concurso de televisión.
Su nombre era Peter Freuchen y no debes olvidarlo porque, si hubiera un premio al hombre más duro del mundo, lo habría ganado.
Primeros años
Antes de todo, Lorenz Peter Elfred Freuchen nació el 2 de febrero de 1886 en Nykøbing Falster (Dinamarca), hijo de un matrimonio acomodado.
Era aguerrido, apuesto y aventurero, pero también muy inteligente. Freuchen ingresó en la facultad de medicina y viajó a Groenlandia en la primavera de 1907. Tenía 21 años cuando quedó maravillado por el hielo y se hizo explorador.
Trabó amistad con el explorador polar y antropólogo groenlandés Knud Rasmunssen, con quién estableció en 1910 la estación comercial de Thule en Cabo York (Uummannaq), Groenlandia.
Allí convivieron en contacto con el pueblo Inuit, con quienes comerciaban. El lugar pronto se convirtió en un punto de encuentro para los exploradores, dado que Thule era el puesto comercial más septentrional del mundo.
Fue nombrado gobernador de la región y en 1911 se casó con su primera esposa, Navarana Mequpaluk, una joven inuit con la que tuvo dos hijos hasta que falleció en 1921, víctima de la gripe española.
Las exploraciones
La estación comercial le permitió participar, junto con Rasmussen, en las 7 exploraciones de Thule. Siendo los primeros en cruzar el Paso del Noroeste en trineo de perros.
Entre 1921 y 1924, Freuchen y 6 hombres más realizaron un increíble viaje de 29.000 kilómetros desde Groenlandia hasta el Pacífico. La travesía no estuvo exenta de problemas y accidentes que casi le cuestan la vida.
Durante su gesta, recopilaron y participaron en un gran número de tradiciones del pueblo Inuit, un trabajo que posteriormente sería respaldado por la Universidad de Copenhague con honores.
Su mayor proeza
Durante una de sus expediciones, Freuchen quedó atrapado en un refugio en mitad de una incesante tormenta de nieve. Tras agotar los víveres y la leña, Freuchen fue consciente de su situación. Si no hacía algo por escapar, moriría congelado.
Valiéndose de sus propias heces (congeladas) construyó un cuchillo, con el que se abrió paso entre la nieve para salir de debajo del refugio y escapar.
Tras algunos kilómetros, sus pies comenzaron a congelarse, por lo que decide cortarse varios dedos gangrenados, antes de continuar, con la esperanza de salvar su pierna izquierda. Sin embargo, cuando por fin llegó al campamento, los médicos tuvieron que amputársela.
Su proeza lo convirtió en toda una eminencia para otros exploradores que asistían a sus conferencias sobre cultura y tradiciones inuit.
De regreso a casa
Tras perder su pierna y a su primera esposa, Freuchen decide regresar a su Dinamarca natal. Allí se une al Partido Social Demócrata. También comienza a trabajar como periodista en el periódico local propiedad de la familia de su segunda esposa, Magdalena Vang, con quien se casaría en 1924 y se divorciaría en 1944.
Durante estos años también funda una empresa de cine, que le permite regresar a Groenlandia en 1932 como parte de una expedición financiada por los estudios American Metro-Goldwyn-Mayer para crear un documental. A partir de entonces, participará como asesor de varias producciones de Hollywood, algo que le salvará más adelante.
En 1938, funda el Club de aventureros de Dinamarca, una asociación que aún hoy existe.
La Segunda Guerra Mundial
A pesar de su edad y minusvalía física, Freuchen combatió en la resistencia danesa contra los nazis. Consciente del creciente antisemitismo, afirmó falsamente ser judío lo que provocó que lo apresaran.
Juzgado y condenado a muerte, logra escapar hasta Suecia, donde conseguiría un salvo conducto para Estados Unidos.
Sus buenas relaciones con la industria cinematográfica le permitieron llevar una vida acomodada en Hollywood donde conoció a Dagmar Cohn, su última esposa.
Una mujer con un curriculum tan impresionante como él. Cohn había trabajado como maestra, artista, experta y afamada cocinera con varios libros publicados y una de las más importantes ilustradoras de moda de la época, publicando en revistas tan importantes como Vogue, en 1947.
Durante 1956, participó en «The $64,000 Question», un concurso de televisión americano, ganando 64.000 dólares, cantidad que da el nombre al programa. Un año más tarde, publicó su última obra titulada «El libro de los Siete Mares».
Tres días después moría con 71 años de un infarto al corazón. Su cenizas fueron esparcidas en el hielo de Thule, el lugar al que siempre había pertenecido.
Muchos libros, películas y personajes se han inspirado en las aventuras de este increíble explorador, político, antropólogo, escritor, actor y cineasta. Y no es de extrañar, ya que su vida bien dejaría en evidencia al mismísimo Chuck Norris.
Fuente: wikipedia, arcticthule.com, gizmodo.com
