Los niños son como un campo fértil y los adultos con sus actuaciones plantan las semillas. Pero debemos prestar atención a lo que sembramos pues las semillas del odio, los prejuicios y la desconfianza son como una mala hierba que todo consume.
Y esto no es una cuestión que atañe solo a los padres, el resto de adultos debemos vigilar nuestra lengua y opiniones cuando tenemos niños cerca. No tanto porque pueda aprender una palabrota, sino por el daño que un comentario desafortunado puede causarles.
Claro que hay que tener muy mal corazón para hacer lo que hizo esta señora en la cola de un supermercado, mientras un niño afectado de una rara enfermedad intestinal esperaba su turno.
Ahora su madre ha lanzado un mensaje en internet para explicar lo ocurrido y animar a otros adultos a ser más tolerantes con sus semejantes, sobre todo si son niños.
El caso de Dallas.
Hace dos años que Dallas Fowler fue madre de un lindo bebé. Aunque su embarazó y nacimiento habían transcurrido con normalidad, a las dos semanas de edad su hijo ingresó por una grave infección.
Su intestino se había roto porque nunca se formó totalmente debido a una rara enfermedad. Para sobrevivir, los médicos le realizaron dos estomas y colocaron bolsas de colostomía para que evacuará sus residuos.
Desde entonces Dallas ha cuidado de su hijo haciendo que, pese a los problemas médicos, crezca feliz y con normalidad. Sin embargo el otro día sufrió una situación incomoda en el supermercado debido al problema médico de su hijo.
En vez de enojarse y con motivo, Dallas decidió ser educada y compartir la historia para concienciar y que no vuelva a repetirse. Aquí tienes su carta.
Esta tarde, mientras esperábamos en la cola del supermercado, mi hijito de 2 años quiso que lo sostuviera en brazos. Como lo levanté desde el carrito, su camiseta se alzó dejando a la vista sus dos estomas y las bolsas colorectales que lleva.
Por normal general, lleva un body debajo de la camiseta pero, debido a las prisas por llegar a la tienda, no se lo puse esa noche. El body no es por estética, sino que ayuda a proteger las bolsas y a que estas no se muevan de su sitio, o que mi hijo tire de ellas.
Una señora mayor que estaba en la cola alcanzó a ver sus bolsas, dio un chillido y dijo en voz alta: «¿Qué razón hay en este mundo para dejar que le hagan eso a un niño?»
Me di la vuelta sin poder mediar palabras y la mire antes de responder porqué los tenía. Le di la versión corta: «su colón no se formó correctamente y él los necesita». Decidí no dar explicaciones acerca de la enfermedad de Hirschsprung porque me encontraba molesta con su primera declaración.
Entonces me dijo, «Lo siento, pero pienso que eso es repugnante. ¿Podría por favor taparlo con la camisa?»
Llegados a ese punto quería sacudirla y gritarle «¿Qué demonios te pasa?», pero en cambio le dije que tuviera una buena tarde mientras cambiaba de línea de cajas.
Ahora escribo esta nota porque no hay nada repulsivo en mi hijo. Los estomas y las bolsas colorectales parecen un tabú cuando en realidad 500.000 americanos tienen una. La enfermedad de mi hijo es rara, pero los estomas y bolsas colorectales no. Así que aquí va un poco de información para aquellos que no saben de ellas. Un estoma es una abertura quirúrgica que permite al cuerpo expulsar su residuos. Mi hijo tiene la suya en el colon, pero pueden colocarse en el íleon o incluso en la vejiga.
¿Hubiera sido la elección que habría tomado para mi hijo? Obviamente no, pero esta ha sido su única oportunidad de seguir vivo. Cuando tenía dos meses de edad, su colon se rompió. Y la infección resultante casi lo mata. Su estoma le salvó.
Hay muchas probabilidades de que tenga que llevar las bolsas de por vida, y es mi trabajo enseñarle a mantener una relación positiva con ellas y su cuerpo. (Como todos los padres deben hacer con sus hijos). Será mi trabajo enseñarle a amarse a sí mismo y sus bolsas.
Imaginar que mi hijo podría haber sido un par de años mayor y hubiera alcanzado a comprender el veneno que esa señora ignorante vomitaba mientras esperábamos en la cola. ¿Qué impacto negativo hubiera tenido en él?
Lo que esa mujer no entiende es que, cuando mi hijo está sano, es como cualquier otro niño de 2 años de edad. Corre, juega, nada y va a la guardería. Cuando está sano, eres capaz de mirarlo y no saber que ha soportado más de 20 cirugías y otros procedimientos. No sabrías que debe dilatarse los estomas y sufrir dolor para limpiarlos dos veces al día. No sabes su pasado, pero tampoco el futuro que tendrá que soportar. No sabes que cada día colocamos estas bolsas con la esperanza de que su colón crezca.
Es mi corazón. Es divertido y lleno de carácter. Es dulce, cariñoso y amable pero también una bola de fuego. Por favor, sé amable y escoge tus palabras con sabiduría si decides comentar algo que no es de tu incumbencia. Cada persona libra una batalla de la que tú no sabes nada, y mi hijo está ganado la suya.
Fuente: littlethings.com y Dallas Fowler en Facebook.
