La educación escolar se encuentra en un punto crítico. ¿Qué sentido tiene memorizar montañas de contenidos cuándo puedo acceder a todo el saber de la humanidad desde mi móvil? ¿Cómo exigir notas, cuando los alumnos no temen un suspenso? ¿Cómo educar y motivar, si los padres tiene horarios de trabajo que no les permiten dar un soporte adecuado al mismo? ¿Cómo enseñar, cuando son los profesores los primeros que están desmotivados?
Muchas preguntas como estás, y cien más, se plantean cada día en los colegios de casi todos los países del mundo. La mayoría de ellos centrados en la figura del niño, y su modelo de participación en clase.
A pesar del acalorado debate, son muchos los adultos y profesionales reclamando que los niños sean como los de antes. Una vaga afirmación, entre la ilusión y la nostalgia, que defiende que la educación de nuestros padres y abuelos era mejor, o al menos, más dura.
Pero el mundo ha cambiado y los niños con él. Nuevos tiempos, exigen nuevos métodos de enseñanza. Y sobre todo algo que los implicados parecen olvidar, escuchar a los niños. Para ilustrarlo, os dejo con la historia de un profesor y su alumno conflictivo.
La anécdota de un escupitajo es solo un fragmento de la excelente charla TED de César Bona, el único profesor finalista español entre los 50 mejores candidatos al Global Teacher Prize. No te la pierdas.