A mayor edad, mayor probabilidad de tener cáncer, y en ese sentido España encabeza uno de los países del mundo con mayor esperanza de vida, por detrás de HongKong, Japón y Suiza, por lo que la incidencia de la enfermedad es mayor que en otros lugares. Esta afirmación se hacía en el estudio de La Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) que presentaba en su informe Las cifras del cáncer en España 2018.
La causa del cancer
La Dra. Ruth Vera, presidente de la citada sociedad, habla de que «el cáncer es la causa de vivir más años». Una enfermedad que tiene una incidencia mucho más baja en edades tempranas respecto a edades avanzadas. ¿Pero, está escrito en nuestros genes que suframos cáncer inevitablemente conforme alarguemos nuestra vida? ¿Qué otros factores son causa de la aparición de éste?
La receta para evitarlo
La Dra.Vera ratifica que «el 40% de los tumores que se diagnostican podrían ser evitables». Por tanto, estamos hablando de que en nuestra mano está, casi en una probabilidad de 1 sobre 2, evitar el cáncer, ¿pero cómo? los médicos no tienen ninguna duda: llevando una vida saludable.
Para arrojar estas afirmaciones se basan en que ese 40% de tumores diagnosticados son causa directa del tabaquismo (30% de los casos) de la obesidad y del alcohol. Los tumores ocasionados por el tabaco no se reducen a los de pulmón, sino que están asociados también al riesgo de padecer neoplasias de estómago, cuello de útero, vejiga o páncreas.
Cambio de hábitos
El conocer con exactitud que tenemos al alcance de nuestra mano reducir drásticamente su incidencia, es un motivo de peso para realizar los cambios necesarios en nuestro día a día:
- En la dieta: evita comer alimentos procesados, azúcares y grasas trans. Aumenta el consumo de vegetales, y procura evitar las carnes de dudosa calidad.
- En el deporte: muévete, evita llevar una vida sedentaria, incluye el ejercicio como rutina diaria.
- En la piel: usa protector solar y evita la exposición prolongada al Sol.
- Evita la exposición al asbesto y radón: se encuentran entre los contaminantes de aire de interiores más divulgados. Ambos son carcinógenos humanos conocidos. Sus efectos carcinogénicos no son inmediatos, solo son evidentes después de una exposición prolongada de años, incluso décadas. Al asbesto se empleaba principalmente en los sistemas de calefacción y aislamiento acústico, en los suelos y tejados de muchas casas antiguas. Se empleó también en guantes para chimenea, cobertores para la tabla de planchar y algunas secadoras de cabello. Respecto al radón, es un gas procedente del suelo de manera natural, y que tras una serie de procesos químicos, es perjudicial para el ser humano. Se encuentra principalmente en los sótanos de las viviendas que están mal aisladas. Por ello, si vas a construir una nueva vivienda, asegúrate de que el aislamiento es lo suficientemente bueno.
Fuentes: Hipertextual, Quo, Content, BVSDE
