Las nuevas tecnologías no dejan de avanzar a ritmos trepidantes en los últimos años y cuando creemos que algo no se puede hacer más rápido o mejor, siempre surge un invento nuevo para probar que nos equivocamos por completo. En este caso vamos a hablaros del deepfake y de todas las implicaciones que tiene en nuestra vida diaria.
¿Qué es el deepfake?
En primer lugar, ¿para qué vale un deepfake?. Todos conocemos la famosa película Matrix, donde Keanu Reeves interpreta a Neo a través de sus viajes entre la realidad y el mundo cibernético que nos presenta esta historia. Pero, igual que pasa en Mátrix, no todo es lo que parece. ¿Realmente era Keanu Reeves el protagonista?
La tecnología a veces hace que nos hagamos preguntas tan disparatadas como esta, o peores aún ¿murió Bruce Lee antes de que se grabara Matrix?
Sabemos que no podemos engañaros, pero quizás a algún despistado todavía le pille por sorpresa este montaje.
Y es que un deepfake no es un simple editado de imagen. Se trata de una técnica que emplea a una inteligencia artificial que permite editar los videos y sustituir a las personas en ellos por otras, aparentemente sin ningún tipo de señal que nos permita distinguirlo.
La inteligencia artificial hace esto a través de algoritmos de aprendizaje no supervisados, a través de los cuales se «enseña a sí misma» a adaptar las imágenes y superponerlas a otras sin ningún tipo de dificultad. Los deepfake se han empleado ya en algunas obras de ficción como Star Wars, para mostrar a una versión joven de la princesa Leia en Rogue One.
En el caso de este simpático video, el responsable es ctrl shift face, un artista que emplea el deepfake para sustituir actores de unas películas por otros que podrían haberse adaptado al rol. Por ejemplo, podemos ver entre sus trabajos a Terminator protagonizado por Stallone, o El Resplandor interpretado por el carismático Jim Carrey.
El deepfake abre todo un abanico de posibilidades en el mundo del cine, la animación u otras artes audiovisuales, pero si hay algo a lo que las inteligencias artificiales nunca podrán sustituir es a la habilidad de nuestros actores para interpretar los papeles que siempre recordaremos.
Aunque no se trata de una inteligencia artificial, Jim Carrey no necesita un deepfake para interpretar a actores de la talla de Clint Eastwood o Jack Nicholson, y en este video podemos ver como lo demuestra sin necesidad alguna de los avances que hoy en día tenemos.
Así que ya sabéis: Si queréis jugar con las caras de vuestros actores favoritos, la inteligencia artificial es la mejor forma de hacerlo. Pero si lo que queréis es una buena película, más os vale poneros manos a la obra con el método tradicional que tantas joyas nos ha proporcionado.
