En general, pensamos que sabemos mucho acerca de muchos y muy variados temas, cuando en realidad se trata de nuestras opiniones. En el mundo de la salud mental esto es incluso más acusado, pues entre la desinformación, los mitos y los tabúes, muchas personas creen que saben qué es vivir con una enfermedad mental.
La depresión es, sin duda alguna, la terrible protagonista dentro de los trastornos mentales alrededor de todo el mundo y, por tanto, los mitos acerca de esta patología están muy asentados desde hace años. Hoy vamos a tratar de derribar esos mitos dañinos y profundizar un poco más en la realidad de las personas que sufren depresión.
1. «Está todo en tu cabeza»
La depresión, como muchos otros problemas de salud mental, tiene una causa multifactorial, es decir, está determinada por factores psicológicos, sociales y biológicos. Además del desajuste bioquímico que se produce, la depresión tiene consecuencias físicas. Lo importante es que esa persona busque ayuda y siga un tratamiento.
2. «Tienes que medicarte para curarte»
Los antidepresivos son uno de los varios tratamientos bien establecidos que existen para la depresión. Suponen una ayuda para el cerebro, pero está más que demostrado que lo más eficaz y el tratamiento de elección es la terapia psicológica en cualquiera de sus modalidades.
3. «Eso no es depresión. Conocí a alguien que la tenía y no estás igual»
Como cualquier otra enfermedad, no afecta de igual forma a todas las personas. Se establece el diagnóstico en base a unos criterios que sí son compartidos por la mayoría de pacientes, pero no todos cumplen los mismos síntomas ni con la misma intensidad y duración. Además, hay que tener en cuenta los cambios que se producen a nivel cerebral y las circunstancias vitales de cada uno, que influirán tanto en la expresión como en el inicio y el mantenimiento del problema.
4. «Las mujeres se deprimen cuando dan a luz»
Es cierto que existe un especificador dentro de la depresión para cuando ésta se inicia durante el embarazo o en las cuatro semanas tras el parto. Sin embargo, aunque es un problema común, no todas las mujeres van a tener depresión tras dar a luz: se estima que 1 de cada 9 madres tendrán depresión posparto.
5. «Los hombres no se deprimen»
Este es un mito que surge de los estereotipos culturales y de género y que, durante décadas, ha provocado que se menosprecie la depresión en hombres y que ellos mismos se nieguen a estar deprimidos o expresarlo y buscar ayuda. Los datos muestran que la depresión es más frecuente en mujeres, pero eso no quiere decir que los hombres no puedan sufrirla. De hecho, aunque las mujeres intentan más suicidarse, los hombres lo consiguen más veces por la letalidad de los métodos que emplean.
6. «Una vez te medicas, ya es para siempre»
Nada más lejos de la realidad. Los antidepresivos tardan alrededor de 2-4 semanas en hacer efecto y se recomienda mantenerlos mínimo 6 meses, aunque es mejor dejarlos prescritos durante 2 años. Es muy importante seguir las pautas del médico y, sobre todo, retirar la medicación poco a poco, así como seguir en paralelo un tratamiento psicológico.
7. «La depresión es simplemente estar muy triste»
Este es uno de los mitos más comunes y arraigados en la sociedad, porque la tristeza y la apatía es lo que más vemos. Sin embargo, la depresión no es una emoción o un estado de ánimo, sino una condición que dura de media 8 meses y que afecta a la forma de pensar, sentir, actuar, etc.
8. «Eso se te pasa si te mantienes ocupado y distraído»
Al decir esto restamos importancia a la depresión y culpabilizamos a quien la sufre como si estuviera así por ser perezoso. Cuando una persona se deprime, deja de hacer cosas, lo que lleva al mantenimiento de la depresión creando un círculo vicioso. Es verdad que una de las terapias para detener ese círculo se llama Activación Conductual y consiste, entre otras cosas, en retomar actividades placenteras abandonadas, pero no se trata simplemente de mantenerse distraído para esconder la problemática subyacente.
9. «Hablar sobre ello lo empeora»
Esta creencia muchas veces perpetúa los pensamientos negativos que pueda tener una persona con depresión acerca de sí misma y de sus relaciones con otros. Las personas necesitamos sentirnos escuchadas y apoyadas, no abandonadas con nuestros problemas. En relación con esto, también se cree que hablar sobre el suicidio aumenta las probabilidades de que lo lleven a cabo cuando se ha visto que realmente ocurre al revés y hablar sobre ello alivia al paciente.
10. «La depresión es normal cuando somos viejos»
En general tenemos muchas ideas preconcebidas acerca de lo que es el envejecimiento y una de ellas puede ser esta, que es normal deprimirse al hacerse mayor y que por tanto no merece atención profesional. Es cierto que es un periodo vulnerable de nuestras vidas; sin embargo, la depresión aparece a cualquier edad, incluso en los niños, y no tener eso presente puede hacer que infravaloremos los síntomas y no tratemos el problema.
