Es conocimiento popular que el tiempo y el cambio de estación nos afecta, a nivel físico y también a nivel emocional. Pero, ¿cuánto hay de verdad en esto? ¿De verdad hay personas que predicen la lluvia en función de sus dolores articulares? ¿Hay más depresiones en invierno?
Existe algo llamado «meteorosensibilidad» y es que, parece ser, que hay personas son una especial sensibilidad para los fenómenos y cambios meteorológicos y se ven afectados por ellos a distintos niveles. Os contamos a continuación todo acerca de la meteorosensibilidad.
¿Eres meteorosensible?
Una persona meteorosensible es aquella que tiende a experimentar síntomas o molestias físicas y/o emocionales en respuesta a cambios meteorológicos. Los fenómenos que más suelen afectar son los cambios de presión atmosférica, la temperatura y la humedad, aunque también hay personas que sufren especialmente con los cambios de hora. La disciplina que se encarga del estudio del impacto del clima en los organismos vivos se denomina Biometeorología.
Se estima que hasta un 30% de la población puede estar sufriendo las llamadas «meteoropatías«, desde dolores articulares, musculares y migrañas hasta apatía, irritabilidad y episodios depresivos. Parece ser que la meteorología no es la causa única de estas dolencias, sino que más bien agravan síntomas previos y afectan más a personas con cierta vulnerabilidad o predisposición.
Trastorno Afectivo Estacional: cuando la depresión ocurre siempre en la misma época del año
En el año 1984, el psiquiatra Norman Rosenthal propuso el término Trastorno Afectivo Estacional (TAE) para referirse al tipo de depresión que se repite con un patrón estacional, sucediendo, por lo general, en invierno. No es simplemente esa tendencia aparentemente generalizada a estar más tristes durante el invierno, sino a padecer un episodio depresivo en toda regla con consecuencias para la vida diaria.
Se cree que esto puede deberse, en parte, a la falta de luz natural, lo que provoca un descenso en los niveles de serotonina y una alteración de la melatonina. Por eso una de las terapias utilizadas para el TAE se llama Terapia Lumínica o Fototerapia y consiste en la exposición a una luz de 10.000 lux (unidad fotométrica) de entre 15 y 45 minutos cada día, aproximadamente durante un mes. Aún necesita más estudios, pero tiene resultados prometedores para los casos de menor gravedad.
Estas son las consecuencias de los fenómenos meteorológicos sobre nuestro cuerpo
Presión atmosférica
Las fluctuaciones en la presión atmosférica parece estar relacionado con episodios de migrañas en algunas personas. Si estos cambios son muy bruscos, puede generarse insomnio y conductas agresivas. La bajada de las temperaturas también aumenta los casos de migrañas.
Altas temperaturas
Las temperaturas moderadamente altas, junto con más horas de sol y actividades al aire libre, aumentan el buen humor y la alegría de la mayoría. Sin embargo, cuando las temperaturas son muy elevadas aumentan los niveles de irritabilidad. De hecho, Quételet formuló su ley térmica de la delincuencia al encontrar una relación positiva entre las elevadas temperaturas y los niveles de delincuencia y agresiones.
Humedad
¿Conocéis a alguien que predice la lluvia por su dolor de rodillas? Pues es posible que esté en lo cierto, ya que se ha visto que el aumento de la humedad del ambiente está relacionado con molestias en las articulaciones. También se han relacionado las dolencias reumatológicas con una mayor concentración de iones positivos en la atmósfera, que sucede antes de una tormenta.
