El primer día de clase en la universidad siempre es un día extraño. Tienes mucha ilusión por empezar pero no conoces a casi a nadie. Para ayudar a romper el hielo, esta marca de refrescos quiso regalar bebida gratis, pero con una particularidad, las botellas no se podían abrir individualmente ya que no contaban con un tapón de rosca normal, si no que necesitabas juntarla con la botella de otra persona para poder abrir ambas.
Una ingeniosa manera de conseguir que dos personas intercambien sus primeras palabras.