Ir al hospital puede ser un evento intimidante y aterrador, incluso para los adultos. En casos de niños con cáncer y otras patologías que se encuentran obligados a pasar largas temporadas ingresados sometidos a continuas pruebas, toda ayuda para hacerles más fácil el proceso es bienvenida. Por ello en el Hospital Presbiteriano de Nueva York Morgan Stanley para la Infancia decidieron buscar la manera de conseguirlo.